Edith Freire, una productora de Pelileo, revisa su plantación de tomate de árbol (2 hectáreas), que está libre de plagas. Foto: Washington Benalcázar / EL COMERCIO
Estados Unidos abrirá desde el miércoles, 4 de julio del 2018, sus fronteras para recibir el tomate de árbol, como fruta fresca, de Ecuador.
El anuncio genera expectativa en los productores de Tungurahua, la provincia con la mayor cantidad de este cultivo (ver gráfico). Hasta el lunes, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal de EE.UU. (Aphis, por sus siglas en inglés), no había recibido ninguna notificación de exportaciones ecuatorianas.
Sin embargo, los agricultores aún están en el proceso de preparación para cumplir con los requisitos fitosanitarios, de embalaje y contar con la logística para ingresar en ese mercado, tras la aprobación de Aphis, hace un mes.
“Si exportar significa tener mejores precios en la venta, combatir plagas y tecnificar el cultivo, estamos dispuestos”, asegura la agricultora Piedad Ganag. La productora, de 43 años, cuenta que sus 7 500 m² de plantaciones son monitoreados por técnicos de Agrocalidad, el símil de Aphis.
Sus sembríos están en una zona declarada libre de una plaga (una mariposa), que debe ser controlada si se quiere exportar. Ella y los demás agricultores del sector de Benítez, en Pelileo, ubican trampas con el propósito de monitorear la presencia de este insecto.
Otras áreas controladas son García Moreno, Chiquicha, La Matriz, Huambaló y El Rosario; además, Píllaro, Ambato, Quero, Mocha y Tisaleo. Los cultivos son inspeccionados por Aphis y Agrocalidad.
“Es uno de los requerimientos de los técnicos de Aphis que ya visitaron estas zonas. Los productores deben cumplir otros requisitos fitosanitarios para que nuestro producto pueda ser admitido en Estados Unidos”, indica Javier Rodríguez, director distrital de Agrocalidad.
Después de Tungurahua, otras productoras son Imbabura, Cotopaxi, Chimborazo, Pichincha, Azuay y Bolívar.
Por ahora, la producción de Pelileo se comercializa en los mercados de Cuenca y Azogues. Edith Freire y 50 productores del valle de Chiquicha, en el noroccidente de Pelileo, aprendieron a cultivar sin químicos, con el fin de exportar. Son capacitados por la Prefectura, Agrocalidad y el MAG.
Vinicio Morales, de la Asociación, indica que “la exportación del tomate ayudaría al sector, por los bajos precios”.
Esteban Espinosa, técnico de Aphis, comenta que Ecuador tiene mucho potencial para exportar, por la presencia de una fuerte población ecuatoriana y latina en EE.UU., que consume tomate de árbol.
El aguacate está en la lista
Aphis inició el proceso para permitir el ingreso del aguacate, de la variedad hass, a su mercado. Este momento, la entidad recibe los comentarios de productores y exportadores sobre su propuesta de requisitos fitosanitarios y otros parámetros para el acceso.
Las sugerencias se recibirán hasta el 14 de agosto. Luego vendrá la etapa de análisis, para aprobar los requisitos definitivos para el ingreso. No se tiene definido un plazo para saber cuándo se podrá exportar.
En Imbabura, los productores creen que tienen oportunidades. Según Corpoaguacate, que promueve el cultivo en el país, Ecuador tiene sembradas 680 hectáreas de hass, que garantiza 400 toneladas al año.
Jorge Altuna, presidente de Corpoaguacate, indica que la cáscara gruesa y rugosa del hass permite una mejor manipulación y amplía la vida útil del fruto, que bordea los 30 días, sin que se altere su consistencia, sabor o color.
Corpoaguacate trabaja en la masificación de la variedad hass. La organización está conformada por 25 socios, que cultivan 350 hectáreas en Pichincha, Imbabura, Carchi y Santa Elena. En el primer trimestre exportaron 98 000 kilos de la Sierra y 160 000 de la Costa a España, Holanda y China.
También asegura que hay pedidos de dos y tres contenedores semanales, que Corpoaguacate no ha podido atender. Por eso buscan socios en el país, para aumentar la oferta, comenta Marcelo Reinoso, productor de hass.
Altuna cree que el ingreso a EE.UU. es una magnífica oportunidad. Pero para ello deben aumentar los sembríos.