La Nación / GDA
Redacción Cultura
El renombrado escritor y periodista argentino Tomás Eloy Martínez, quien murió el domingo pasado, en Buenos Aires, a los 75 años, es reconocido como uno de los mayores autores argentinos de su generación. Su celebrada novela ‘Santa Evita’ ha sido traducida a más de 30 lenguas.
Hace tres años se había radicado nuevamente en Argentina luego de vivir varios años en Estados Unidos, donde fue profesor universitario. Pese al tumor cerebral que lo afectaba no dejó de escribir hasta el final.
HOJA DE VIDA
Tomás Eloy Martínez
Nació en Tucumán el 16 de julio de 1934. A los 10 años escribió su primer relato. A los 17 años fue el escritor más joven del diario tucumano La Gaceta.
La novela ‘El vuelo de la reina’, con más de 5 000 ejemplares, ha sido la más vendida de Martínez en Ecuador, según la editorial Alfaguara. Le sigue ‘Purgatorio’ con 350.
Nació en 1934 en Tucumán y antes de los 10 años escribió su primer cuento. Se había escapado al circo sin autorización de los padres y, como castigo, lo encerraron en un cuarto y le prohibieron leer. Escribió la historia de un niño que se mete en una estampilla para poder viajar.
Aquel precoz escritor sería, con los años, el autor de la novela argentina traducida a más lenguas en la historia. Dueño de una escritura elegante y precisa, su novela ‘Santa Evita’ (1995) le dio prestigio internacional.
En 2002 recibió el Premio Alfaguara por ‘ El vuelo de la reina’. Luego se publicarían la selección de ensayos y crónicas ‘Réquiem por un país perdido’ (2003), ‘El cantor de tango’ (2004) y ‘Purgatorio’ (2008), su última novela, que cuenta la historia de una pareja separada por la dictadura y que vuelve a encontrarse luego de 30 años.
Fue un obsesionado estudioso del peronismo. Conoció al caudillo Juan Domingo Perón a fines de los años sesenta. Se ganó su confianza y grabó las extensas conversaciones que mantuvieron en cintas que siempre guardó con recelo. Algunos fragmentos aparecen en ‘Santa Evita’, en ‘La novela de Perón’ y en ‘Las memorias del General’, pero buena parte nunca se publicó.
Tuvo como grandes amigos a escritores de la talla de Gabriel García Márquez, Juan Carlos Onetti y Carlos Fuentes, que confesó a El País , de España: “De la extraordinaria Santa Evita dijimos, sin ponernos de acuerdo Mario Vargas Llosa, García Márquez y yo mismo, que nos habría encantado ser los autores de una obra tan perfecta en su soldadura de ficción e historia”.
Muerte de Tomás Eloy Martínez
Lo que se dice en twitter
Vivió exiliado en Caracas entre 1975 y 1983, durante la dictadura militar argentina, tras ser amenazado por Alianza anticomunista argentina. Allí fue editor del periódico El Nacional y fundó El Diario. Su relato periodístico ‘La pasión según Trelew’, quemado durante la dictadura en una plaza de Córdoba, fue incorporado como prueba al expediente de la causa que investiga la masacre. Su obra ‘Lugar común la muerte’ fue señalada como un aporte esencial al nuevo periodismo argentino.
También fue formador de periodistas, con una larga carrera académica que lo llevó gran parte de su vida a EE.UU., donde dirigió el Programa de Estudios Latinoamericanos de la Rutgers University, en Nueva Jersey, además de ser profesor de la Universidad de Maryland y de dictar conferencias en todo el mundo.
El diario El País le otorgó el Premio Ortega y Gasset de Periodismo el 22 de abril de 2009, una distinción dirigida a trabajos en español publicados en medios de todo el mundo.
Fue también autor de 10 guiones para cine, tres de ellos en colaboración con el novelista paraguayo Augusto Roa Bastos, y de varios ensayos incluidos en volúmenes colectivos.
Tuvo siete hijos. Tomás, Gonzalo, Ezequiel y Paula, nacieron en su primer matrimonio. Blas y Javier son fruto de su segunda pareja, y de su tercera unión nació Sol Ana. El velatorio se realizará hoy en el Parque Memorial. A continuación se cremarán sus restos, como era su deseo.
Punto de vista
Iván Oñate / poeta
El gran novelista testimonial
Con Tomás Eloy Martínez me pasó algo similar al cuento de Borges: Tlon, Uqbar, Orbis Tertius. No podía imaginar que el personaje que desencadena el argumento de su novela ‘El cantor de tango’, conversara conmigo en el valle de Los Chillos. Me refiero a la crítica Jean Franco.
Martínez la reconoce como la descubridora de la literatura latinoamericana y la persona que le despojó de su folclorismo y le devolvió su dignidad y trascendencia. Siempre admiré a Tomás Eloy Martínez por su franca oposición a la teoría del canon de Harold Bloom, a quien calificó de megalómano y arbitrario.
Consideró ridícula la adhesión de ciertos autores vernáculos a esta teoría que prácticamente margina a todas las literaturas del llamado Tercer Mundo. Martínez fue un gran novelista testimonial. Formidables y trascendentes pasajes de la historia argentina pasaron por su escritura.