Carlos Posada, exviceministro de Comercio Exterior de Perú. Foto: Cortesía CCL
Entrevista a Carlos Posada, exviceministro de Comercio Exterior de Perú.
¿Qué resultados ha dejado el TLC que Perú negoció hace diez años con Estados Unidos?
Nos garantizó lo que Perú tenía antes del tratado, que era la Atpdea, un sistema de preferencias para el ingreso de productos a EE.UU. sin pagar aranceles y que estaba por fenecer. El acuerdo, además, permitió ingresar a ese mercado con prácticamente todas las líneas arancelarias con desgravación total (inmediata o con el paso de los años). Perú subió sus envíos a EE.UU. en más del 60%; es decir, casi 10% anual. Y ayudó a tener un crecimiento del 10% de nuevos productos con alto valor agregado, ligados al sector textil y la agroexportación.
¿Qué impacto tuvo el TLC en la estructura productiva peruana?
Antes del tratado, las exportaciones peruanas se centraban en productos como harina o aceite de pescado, cacao y minería. Ahora están ligadas al sector textil como polos, pantalones, sacos, vestidos y ropa de bebé. En la agroexportación hay mucho crecimiento en uvas, mandarinas, aguacate y quinua, pero no solo materias primas, sino productos procesados con alto valor agregado, los cuales nos han permitido apuntalar incluso al sector gastronómico de Perú.
¿Los productos que no eran competitivos desaparecieron, como se temía?
Cuando empezó la negociación, un 80% de empresarios se opuso al tratado, pero sin sustento técnico. Se decía que íbamos a ser inundados por productos estadounidenses y que muchos sectores (en especial, el agro y el textil) iban a desaparecer. Después de nueve años, ninguno de esos miedos se materializó. En una relación bilateral, los países pequeños son lo más beneficiados y la razón es que Perú tiene 30 millones de habitantes; de ellos, la mitad tiene poder adquisitivo. Una industria no puede desarrollarse con ese número de consumidores. El TLC abrió un mercado de 350 millones de personas en EE.UU., con poder adquisitivo más alto. Resultó un gran salto.
¿Qué pasó con las importaciones?
Aunque han crecido, estas han estado ligadas a la adquisición de bienes de capital e insumos que requiere el exportador y que ahora se puede adquirir a un precio menor y más competitivo por el TLC.
¿Qué pasó con los sectores sensibles en Perú?
El tratado contempló mecanismos como salvaguardias y derechos ‘antidumping’ para el azúcar y el arroz. El Gobierno generó un fondo de compensación. Pero esos mecanismos y el fondo nunca fueron usados porque no hubo daño.
¿Hubo políticas gubernamentales para fortalecer la industria local?
En el Perú no hay políticas de subsidios, ni de ayuda directa o indirecta a ningún sector. Lo que sí se hizo fue promoción para aprovechar ciertos sectores que considerábamos que tenían un éxito asegurado. El sector privado se articuló y se dio cuenta de que EE.UU. demandaba muchas frutas y verduras. La asociación de aguacateros, por ejemplo, apostó 100% a ese mercado y ahora el producto compite con el mexicano. El TLC obligó a las empresas a ser mejores, porque ahora están obligadas a competir con productos de mayor calidad. Se reinventaron no solo para competir con lo importado sino para exportar y desafiar a las grandes firmas en el exterior. El TLC fue la excusa perfecta para mejorar como país en competitividad y productividad.
¿Qué reformas hicieron?
Hubo dos frentes. En la parte logística y aduanera hubo que eliminar costos, tasas y derechos que no se necesitaban. Y, segundo, bajó mucho el tema de papeleo. En la negociación y luego de ella se trabajó de la mano con congresistas, sector privado, instituciones de comercio exterior, sanitarias y de propiedad intelectual para mejorar los procedimientos, sin papeles y con comercio electrónico. Fue un cambio positivo para el país.
¿Qué resultados hay más allá de lo comercial?
El mejor resultado fue el posicionamiento que logró el país. Se nos hizo muy fácil negociar otros tratados e incluso nos buscaban. Nos buscaron Japón y Corea. Un país que tiene un tratado con EE.UU. puede considerarse una nación seria. También cambió el chip de la gente: de un país que le gustaba poner restricciones y papeleos pasó a ser un país que cree que el libre comercio es mucho más ventajoso.
¿Qué incentivos han permitido la llegada de inversiones a Perú?
Una política económica sana, apertura financiera, clima de inversión tranquilo y seguridad jurídica.
¿Qué tan factible es que Ecuador forme parte de la Alianza del Pacífico?
La Alianza del Pacífico está abierta a todos los países, pero deben cumplir ciertos requisitos como tener acuerdos comerciales con los otros miembros o no tener ningún tipo de restricciones para el libre tránsito de servicios y mercancías y de personas (no visa). No se pueden tener restricciones comerciales ni excluir industrias si se quiere ser miembro pleno, ya que la condición es de total apertura.
¿Es posible ser parte con medidas como la tasa aduanera o el alza de aranceles hasta los techos permitidos por OMC?
No. La Alianza del Pacífico tiende a la eliminación de las barreras al comercio. Yo veo improbable que un país con restricciones ingrese al bloque. Incluso es importante que Ecuador considere eliminar tasas y restricciones antes de ir a un acuerdo con Estados Unidos. Eso es lo primero que ese país va a pedir.
Formación.
Abogado de la Universidad de Lima, con estudios superiores en Negociación en Cambridge International Consulting.
Experiencia.
Exsuperintendente de Aduanas de Perú y exviceministro de Comercio Exterior de ese país. Fue agente negociador de varios Tratados de Libre Comercio (TLC) firmados por Perú con EE.UU., Japón, China, Corea del Sur y Chile. Actualmente es director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).