La silueta de un manifestante se refleja en una bandera de Nicaragua durante el día numero 30 de protestas contra el gobierno de Daniel Ortega en Managua (Nicaragua). Foto: EFE
Tiroteos en la ciudad de Jinotega, protestas en Masaya y el asalto a un templo católico dieron este viernes 18 de mayo del 2018 la “bienvenida” a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su primer día de trabajo en Nicaragua, para investigar la muerte de entre 58 y 65 personas durante las manifestaciones contra el presidente Daniel Ortega.
La CIDH, que llegó el jueves 17 a Nicaragua autorizado por el Gobierno de Ortega, comenzará este viernes su visita de trabajo para observar la situación de los derechos humanos en el país.
Los tiroteos en Jinotega superaron esta mañana las 48 horas de actividad continua entre la población y la Policía Nacional, apoyada por la Juventud Sandinista y grupos de choque oficialistas conocidos como “turbas”.
En la ciudad de Masaya la Policía nicaragüense y los habitantes del barrio San Jerónimo y la comunidad indígena de Monimbó, rompieron un acuerdo de no agresión horas después de firmado, lo que resultó en manifestaciones y multiplicación de barricadas en las calles.
En Matiguás un grupo de encapuchados, armados con fusiles artesanales, asaltó de noche la parroquia San José, en un supuesto intento por intimidar a los manifestantes, sin embargo, la población los expulsó y atrapó a uno, quien confesó seguir órdenes del Ministerio de Educación (Mined), afirmó el vicario parroquial Erick Díez, en una declaración grabada en video.
El transporte interurbano continuó el viernes paralizado en casi toda Nicaragua, especialmente en las zonas norte, centro y sur, debido a bloqueos escalonados realizados por los manifestantes.
En la capital nicaragüense el transporte urbano colectivo, así como el selectivo, trabajan de forma parcial, lo mismo que el comercio.
Nicaragua cumple este viernes 31 días de crisis, causada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra de Ortega, que comenzaron con protestas en contra de unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos represivos.
Nicaragua espera que el diálogo nacional entre el Gobierno, el sector privado, estudiantes y sociedad civil, con la mediación de la Iglesia católica, y cuya segunda sesión se realiza este viernes, ponga fin a la crisis.