La proyección que entrega la Cepal (Comisión Económica para América Latina) para 2011calcula en un 3,5% el crecimiento económico para Ecuador. Este cálculo se aleja de la proyección de las autoridades nacionales, pero el problema no es solamente la cifra. El mayor escollo es la confianza.
Ecuador siembra dudas en la comunidad internacional, que ve con mejores ojos a otros países a la hora de apuntar a las inversiones. Concretamente en Sudamérica, Brasil, Chile, Perú o Colombia presentan mejores perspectivas, más allá de las cifras siempre móviles del Riesgo País.
Sucesos como la fragilidad institucional, afectada severamente con la insubordinación policial del 30 de septiembre; la inseguridad jurídica, fomentada por la denuncia de los tratados internacionales y la falta de acuerdos claros en materia de comercio exterior e intercambio comercial; y la política hostil que han sentido las empresas petroleras, no son buenas noticias cuando de abrir nuevas inversiones se trata.
En el segundo trimestre de este año, la situación ya se presentó crítica, cuando solamente superamos a Venezuela en materia de crecimiento. Hoy, la Cepal cifra el crecimiento de América Latina y el Caribe en un 6% para el 2011, mientras que proyecta para Ecuador un 3,5%, menor a la proyección oficial del 6%.
El crecimiento real para el 2010 terminará en 3,7% según los reajustes oficiales, pese a que se partió con predicciones del 6,7%, entonces también más optimistas que las proyectadas por la Cepal.
El otro problema para la economía ecuatoriana, más allá de su magro crecimiento, estriba en la cada vez mayor dependencia del petróleo, cuyo precio estamos lejos de controlar.