Un testigo desata más dudas en caso David Romo

La madre de David Romo asistió a una diligencia, hace 12 días. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La madre de David Romo asistió a una diligencia, hace 12 días. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La madre de David Romo asistió a una diligencia, hace 12 días. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Tiene 24 años y desde el 2013 es uno de los testigos en el caso David Romo. Se trata de un joven que había sido internado en la clínica para adicciones que funcionaba en Pisulí, un barrio del noroccidente de Quito. Los agentes sospechan que el universitario pudo haber sido asesinado en ese sitio. 

Este testigo, que ahora está protegido por la Fiscalía, señaló ante los agentes que Carlos L., propietario del inmueble, es el responsable del crimen. Este dato ya consta en dos versiones del 2015. Pero hace tres días, entregó más datos a la justicia e indicó por qué se produjo este asesinato.

Según el testigo, al chico le quitaron la vida porque aparentemente se había robado un paquete con droga y que eso había molestado a Carlos.

Las indagaciones dicen que esa casa, donde funcionaba la clínica, también era usada como un centro de acopio de narcóticos. Supuestamente, el alcaloide era enterrado en el patio del centro de rehabilitación.

El testigo indicó que el crimen se habría cometido durante la noche y que ese hecho lo vieron cinco personas, incluido él. En su relato, dice que Carlos cercenó el cuerpo del joven y que parte de sus restos los habrían tirado a unos cerdos en un camal clandestino, que funcionaba a un costado de la clínica.

Esta versión es rechazada por Diego Chimbo, abogado de Carlos, quien afirma que esas declaraciones, que ahora son parte del proceso judicial, tienen inconsistencias.

Según el jurista, el testigo ha entregado dos versiones. “En una declaración aseveró que se fugó luego del crimen y ahora ha dado en la Fiscalía detalles de los hechos”.

El jueves, 23 de noviembre del 2017, Alexandra Córdova, madre de David, también aseguraba que las declaraciones del testigo tienen inconsistencias. No entiende cómo ahora se dice que su hijo supuestamente robó la droga y en otras declaraciones se indica que lo mantenían encerrado en un cuarto y totalmente sedado.

Ella y su abogado analizan la posibilidad de pedir que ese testigo sea vinculado al proceso, pues aseguran que fue cómplice de los hechos.

Actualmente, el testigo está bajo permanente resguardo policial, para protegerlo mientras dura el proceso judicial. Eso hizo que el testimonio de hace tres días lo entregara a través de una videoconferencia, desde un lugar que no fue identificado.

Pero este no es el único testigo del caso Romo que en este momento está protegido por la Fiscalía. Otro interno de la clínica también se encuentra con resguardado policial.

Se trata de un chico que supuestamente dormía con Romo en la misma habitación, dentro de la clínica. Él señaló ante los investigadores que sí estuvo presente cuando Romo fue descuartizado.

Él fue citado por la Fiscalía para que rindiera testimonio. Pero esta diligencia está postergada. Eso ocurre, porque actualmente el joven se encuentra en un proceso de rehabilitación de adicciones y en la última semana habría sufrido una crisis. Eso se justificó con un certificado médico.

En contexto

David Romo desapareció en mayo del 2013, en el sector de la Mitad del Mundo. La Policía y la Fiscalía allanaron una clínica de adicciones en noviembre de ese mismo año.

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