Redacción Quito
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El tiempo es a la vez aliado y enemigo de los libros. Mientras más antiguos, mayor valor adquieren. Sin embargo, necesitan de mejor cuidado, porque el mismo tiempo que los convirtió en reliquias puede podrir sus hojas, trizar sus pastas, y hasta desvanecer su tinta. Los sitios que dedican a luchar contra el deterioro de los libros son las bibliotecas .
Los ingresos
Los libros que guardan tienen fecha desde el siglo XIII hasta la actualidad.
Las cuatro bibliotecas se encuentran en un proceso de digitalización de todos los libros y documentos periódicos.
Para solicitar algún libro, en la mayoría de los casos es necesario que tenga a la mano una identificación.
Para conservar un libro antiguo en la mejor condición posible se necesita de un microclima que regule la humedad y la temperatura del ambiente. La humedad entre 55 y 65 por ciento. Y la temperatura entre 18 y 20 grados centígrados.
En Quito existen cuatro que están abiertas permanentemente al público. La Biblioteca del Banco Central (BBCE), la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo (BNEE), la Biblioteca Municipal Federico González Suárez (BM), y la Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Pólit (Beaep).
A parte de las colecciones de libros modernos, cada una posee un fondo de libros antiguos. Además, tres de ellas tienen su propio laboratorio especializado en restauración. La Biblioteca Nacional Eugenio Espejo no tiene.
Los tesoros que guardan estos lugares son invaluables. Sus estanterías contienen, por ejemplo, manuscritos de Eugenio Espejo, el borrador y el texto original del Himno Nacional del Ecuador (Beaep), grabados de pueblos ecuatorianos en el siglo XVII, un libro impreso en 1480 (BBCE), o el Tratado de Arquitectura de Vitruvio.
Este tipo de libros solo se los puede adquirir previa cita con la administración y con un proyecto específico de investigación.
Cada una de estas cuatro bibliotecas tiene una colección moderna de libros a la que se puede acceder en todo momento. Los préstamos solo se los realiza dentro de los establecimientos sin opción de llevárselos.
Las cuatro bibliotecas tienen abiertas las puertas al público general. El ingreso a todas menos a la Beaep (USD 0,50) es gratuito.
1. Biblioteca Banco Central
El sitio para la historia y las ciencias sociales
La Biblioteca del Banco Central del Ecuador (BBCE) tiene tres plantas y su especialidad son las ciencias sociales especializadas en América. En la superior se encuentra la sala de lectura y la colección moderna.
La planta baja, en cambio, tiene tres cuartos donde se manejan libros delicados por su antigüedad. En el sótano se encuentra la hemeroteca. La gente tiene acceso a la sala superior y desde ahí puede solicitar alguno de los 160 000 títulos de libros que posee este lugar. Cuatro de ellos son incunables, es decir, que fueron editados antes del año 1500.
La biblioteca tiene una colección de 500 000 muestras audiovisulaes y fotos del Ecuador, desde 1940. Entre los ejemplares más valiosos está el primer libro impreso en Ecuador. Y, según el curador de libros del área de Ciencias Humanas, Leonardo Loaiza, tienen el libro más antiguo del Ecuador. ‘La verdad’ de Santo Tomás de Aquino, impreso en 1480.
2. La Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional tiene una sala de lectura
No existe un número exacto de la cantidad de libros que posee esta biblioteca. Desde hace un año la Biblioteca Nacional la dirección está a cargo de Soledad Fernández de Córdova.
Actualmente, se ha iniciado un proceso de reorganización y limpieza de los libros. Junto a Córdova, 25 personas están encargadas de este trabajo, que según Córdova, “es un proceso que está avanzando”.
En su fondo antiguo hay ocho libros incunables, es decir, editados antes de 1500. Entre esta colección se encuentra la parte más grande de la biblioteca antigua del Colegio Máximo de los Jesuitas (8 700 ejemplares).
Hasta ayer, el usuario no tiene acceso a la sección de autores ecuatorianos. Está en proceso de catalogación y limpieza. Sin embargo, la sala de lectura se ha ampliado y a pesar del servicio limitado que se presta, en el mes de octubre acudieron
10 415 personas. El 85% de ellos solicitaron el servicio de documentos periódicos.
3. La Aurelio Espinosa Pólit
La colección más grande de libros ecuatorianos
La Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Pólit, bajo la administración de la congregación Jesuita, tiene el archivo más grande del mundo en libros del Ecuador. Alcanza los 250 000 ejemplares.
La mayoría de estas obras solo son asequibles para investigadores. Para solicitar un determinado libro, el usuario debe hacerlo mediante una cita previa con la administración.
Los libros anteriores al siglo XX no se prestan jamás a ninguna persona. Por el contrario, los trabajadores de la biblioteca los digitalizan en 24 horas y después se le entrega en un CD al solicitante. Cada hoja digitalizada cuesta USD 0,50.
En esta biblioteca se encuentran documentos como el borrador del Himno del Ecuador.
La colección de libros ecuatorianos hace referencia a libros de autores ecuatorianos, libros hechos en Ecuador, y obras que versan a cerca del Ecuador.
Por otro lado, esta biblioteca tiene el 90% de su fondo antiguo restaurado.
4. La Biblioteca Municipal
Un espacio silencioso para leer y navegar en la Web
Ciencias puras e informática, ciencias aplicadas y referencia, fondo antiguo, hemeroteca, ciencias sociales, historia, geografía, literatura, arte, biblioteca infantil. Esos son los nombres de las 10 salas que se distribuyen a lo largo y alto de la Biblioteca Municipal Federico González Suárez.
En esta biblioteca se manejan alrededor de 90 000 libros en un sistema de estantería abierta. Las personas pueden buscar por sí mismas los libros que deseen, con una persona guía de por medio.
Además, desde 2002 se ofrecen clases gratuitas de física, química, matemáticas, trigonometría y geometría, solo se debe llamar. El curso de 30 horas de informática cuesta USD 9.
También tiene una sala con 57 computadores con Internet. Cuesta USD 0,20 media hora.
La biblioteca, además, tiene el Fondo Quito donde se puede acceder a todos los planos de las restauraciones realizadas por el Fondo de Salvamento. Se debe enviar una solicitud escrita.