Crece tensión entre Argentina y Gran Bretaña por espionaje y petróleo en islas Malvinas

La tensión por la disputa de soberanía de las islas Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña creció este 9 de abril cuando Buenos Aires citó al embajador por revelaciones de espionaje británico y acusó en la Justicia local a petroleras por la exploración ilegal en el archipiélago.

Alicia Castro, embajadora argentina en Londres, había sido convocada el miércoles por el servicio exterior británico a raíz de un discurso de la presidenta Cristina Kirchner en la que denunció el armamentismo de Londres en la región pese a que Argentina “no es un peligro para nadie”.

“Esos cuantiosos fondos deberían ser usados en beneficio del pueblo británico, para combatir el desempleo, mejorar la educación y la salud y profundizar la inclusión social. No se puede seguir engañando a los ciudadanos y contribuyentes del Reino Unido, agitando fantasmas del pasado”, sostuvo Kirchner la semana pasada.

El pedido de explicaciones al embajador británico, John Freeman, se fundamentó en parte de los controvertidos documentos filtrados a la prensa de los archivos del exanalista de inteligencia estadounidense Edward Snowden, actualmente refugiado en Rusia.

La publicación en la prensa de la actividad de espías británicos se conoció el 3 de abril, justo después del 33° aniversario del desembarco de tropas argentinas en las islas del Atlántico sur, que desató una guerra perdida por la dictadura del general Leopoldo Galtieri (1981-1982), con saldo de 649 argentinos y 255 británicos caídos.

Al estar aún latente el conflicto de soberanía de las Malvinas, Argentina considera que la explotación y exploración de crudo en la zona es ilegal.

“Hemos presentado una denuncia penal ante la justicia argentina contra cinco empresas que operan en Malvinas”, anunció el jueves el diplomático titular de la secretaría de Malvinas, Daniel Filmus.

La denuncia realizada ante la Procuraduría General (fiscalía de Estado), considera que esas petroleras están violando legislación argentina porque carecen de la autorización para operar en la zona.

Además, Buenos Aires considera que desobedecen la resolución de Naciones Unidas que señala que ninguno de los países puede tomar decisiones unilaterales en estos temas.

La denuncia recayó sobre las empresas británicas Rockhopper Exploration plc, Premier Oil plc, Falkland Oil And Gas Limited y las estadounidenses Noble Energy Inc. y Edison International SpA.

La denuncia también involucra a la empresa Ocean Rig, propietaria de la plataforma Eirik Raude, donde operan esas compañías.

“El lugar donde la plataforma está explorando es tan argentino como el Obelisco (monumento del centro de Buenos Aires)”, espetó Filmus.

“No podemos permitir que se lleven las riquezas que son de los argentinos”, sostuvo el funcionario y apuntó que la denuncia está acompañada por organizaciones como los bloques Unasur, Mercosur, Aladi y el G-77+China.

“Acciones de ese tipo violan el derecho a la privacidad. Resoluciones de la ONU las enmarcan en actos de intrusión grave”, le expresó el vicecanciller argentino Eduardo Zuain a Freeman.

Zuain le exigió explicaciones por el “silencio del gobierno británico” ante este caso, según un comunicado de la cancillería.

Los supuestos actos de espionaje fueron revelados por el portal de noticias TN en asociación con The Intercept, página que revisa archivos de Snowden, exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés).

La convocatoria de Freeman siguió como en un juego de ajedrez a la de la embajadora Castro en Londres.

“El Reino Unido no tiene dudas sobre su soberanía en las Islas Falkland (como las llaman los británicos) y sus áreas marítimas circundantes, ni tampoco sobre el derecho de los isleños” a decidir su futuro, dijo un portavoz del Foreign Office.

El ministro de Defensa británico, Michael Fallon, anunció en marzo ante el Parlamento el aumento del presupuesto militar porque sigue existiendo de parte de Argentina “una amenaza muy viva”.

Buenos Aires atribuyó la decisión al 'lobby militar' británico y la denunció en organismos internacionales.

Filmus relacionó el reforzamiento del dispositivo militar isleño con el petróleo: “Todos sabemos que esta presencia militar y el aumento del gasto militar tiene otro sentido que no es el de defender a los isleños, sino los intereses económicos y geopolíticos del Reino Unido”.

Buenos Aires mantiene con Londres un conflicto territorial desde 1833, cuando tropas británicas se apoderaron del archipiélago austral y expulsaron a sus pobladores argentinos para instalar una colonia.

Naciones Unidas
votó en 1965 convocar a las partes a una negociación de soberanía.

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