El candidato de izquierda Tabaré Vázquez, cuando acudió a depositar su voto la mañana de ayer en Montevideo. Foto: AFP
La implementación de la venta de marihuana en farmacias, la llegada de presos de Guantánamo o el inicio de la explotación minera a gran escala son algunos de los hierros calientes que le dejará el presidente uruguayo José Mujica a su sucesor.
Hasta el cierre de esta edición, los sondeos de intención de voto aseguraban que este sería el expresidente de izquierda Tabaré Vázquez, con una votación de entre el 52 y 54%. Aunque la ley que reguló el mercado de la marihuana fue aprobada en diciembre del 2013, casi un año después su implementación avanza con pies de plomo.
El Gobierno abrió el registro para autocultivadores y clubes de cultivo de cannabis, pero aún resta la parte más novedosa del proyecto: la producción, distribución y venta en farmacias, bajo control estatal.
Fuentes del Régimen indicaron que el proceso avanza lentamente porque no hay antecedentes de este sistema y se quiere “hacer las cosas bien”. Estimaron además que comenzará a plantarse antes de fin de año y que el cannabis para uso recreativo podría así llegar a las farmacias antes de la transición presidencial que será el 1 de marzo del 2015.
La legalización de la marihuana fue rechazada durante la campaña por el candidato de la oposición, Luis Lacalle Pou. Pero también es vista con recelo por Vázquez, oncólogo de profesión y que durante su presidencia (2005-2010) patrocinó duras medidas antitabaco que enfrentaron al país con la tabacalera Philip Morris.
Desde el lanzamiento de la polémica propuesta impulsada por Mujica, Vázquez ha mantenido distancia con la idea, recomendado fuertemente no consumir marihuana e indicando que si es electo presidente seguirá con atención los resultados de la medida para realizar “las correcciones que sean necesarias”.
En una entrevista en octubre con el semanario Búsqueda, Vázquez sostuvo que “es increíble” que las farmacias vayan a vender cannabis, pero indicó que así será “si la Ley lo autoriza”. Advirtió, no obstante, que “va a haber una evaluación estricta y muy de cerca sobre el impacto que tenga en la sociedad esta ley”.
La legalización ha generado polémica a escala internacional pero también dentro del país, donde las encuestas revelan que más de la mitad de la población rechaza la medida. La herencia del mercado del cannabis “puede ser uno de los asuntos más complejos” para el nuevo Presidente, afirma Rafael Piñeiro, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad Católica.
Otro tema promovido por Mujica y que generó fuerte polémica en el país fue el acuerdo del mandatario con el gobierno de Estados Unidos para recibir como refugiados a seis presos de Guantánamo, una decisión que anunció en marzo pero que se fue dilatando.
Después de defender a capa y espada su idea, finalmente a comienzos de octubre Mujica buscó bajar la polémica indicando que analizará el tema con el próximo Gobierno.
La dilatada llegada de los presos tampoco es vista con buenos ojos por la población uruguaya (cerca del 60% lo desaprueba, según la consultora Cifra). Vázquez, en tanto, respaldó escuetamente la iniciativa indicando que sería “un gesto humanitario”.
A escala económica, un millonario proyecto de extracción de hierro a gran escala y resistido por un alto porcentaje de pobladores de la zona a explotar, también podría quedar en manos de Vázquez. Mujica reconoció en octubre que es un proyecto “complicado” pero que se trabaja para resolverlo.