Redacción DeportesVive con intensidad los partidos. Toma su botella de agua cada 5 minutos, gesticula, mueve los brazos, instruye a sus jugadores. Así actúa Juan Manuel Llop, DT del Barcelona, en los partidos de su equipo.Ayer, el argentino de 46 años mantuvo esas características en el estadio Casa Blanca. “(Luis) Bolaños no hagas eso… Te dije que fueras más por el centro y tengas la pelota”, se le escuchaba frecuentemente al entrenador.En ocasiones se excedía en reclamos. Roddy Zambrano, el cuarto árbitro, le decía que se calmara. Pero esas observaciones mantenían más activo al DT. “Nooooooo…”, dijo Llop, en el minuto 23. En esa ocasión, una jugada de Hernán Barcos pudo terminar en gol, pero José Luis Perlaza, la evitó. Esa acción evidenció a un entrenador más eufórico. En las acciones de peligro, el DT gritaba, en ocasiones hablaba solo, miraba a la banca y gesticulaba.“Así es él (Llop). Vive los partidos como si fueran finales”, admitió Miguel Chacón, preparador físico del equipo torero, después en los corredores del estadio.El contraste de la personalidad de Llop se evidenció en la conferencia de prensa. Allí apareció relajado, distinto al del campo de juego. Llegó acompañado de Ximena Crespo, jefa de prensa. No fue triunfalista ni pecó de soberbio. Elogió lo que hicieron los jugadores en la cancha y también lo que mostraron los albos.“No fue el mejor partido de Barcelona, pero lo hicimos tan bien ante un gran equipo, en donde mantuvimos el orden”, admitió. Esos elogios se extendieron después en los camerinos. Ahí Llop felicitó a sus jugadores.Lo cierto es que el entrenador, quien estuvo a punto de ser despedido, se reafirma en su puesto, en un club que en los últimos años se ha caracterizado por despedir a los DT cada tres meses. El Llop de hoy es más sereno fuera de la cancha y explosivo dentro de ella.