Baja ocupación en ruta Cuenca-Guayaquil

En el aeropuerto Mariscal La Mar (Cuenca) operan las aerolíneas Tame y Latam. Foto: Xavier Caivinagua/PARA EL COMERCIO

En el aeropuerto Mariscal La Mar (Cuenca) operan las aerolíneas Tame y Latam. Foto: Xavier Caivinagua/PARA EL COMERCIO

En el aeropuerto Mariscal La Mar (Cuenca) operan las aerolíneas Tame y Latam. Foto: Xavier Caivinagua/PARA EL COMERCIO

Han pasado más de dos meses desde la reactivación de los vuelos de la aerolínea Tame en la ruta Cuenca-Guayaquil-Cuenca, pero el número de pasajeros es reducido en el aeropuerto Mariscal La Mar, de la capital azuaya.

Esta terminal es usada por 5 600 pasajeros semanales que vuelan en Latam y Tame. Con la reactivación de los cuatro vuelos de esta última aumentaron 160 usuarios a la semana.

"Es un ingreso económico adicional para el aeropuerto, pero no lo que esperábamos, señaló Carlos Jácome, director de la Corporación Aeroportuaria de Cuenca (Corpac). Según él, es necesario tener más vuelos y nuevas empresas que brinden el servicio.

De enero a marzo del 2016, Tame movilizó 42 000 pasajeros en los ocho vuelos semanales que tenía entre ambas ciudades. En el mismo período de 2017, con dos vuelos menos, bajaron a 3 303. Los empresarios y quienes viajan al exterior utilizan más esta frecuencia.

Esta aerolínea suspendió el servicio entre Cuenca y Guayaquil desde el 17 de abril hasta el 30 julio. Su argumento fue que la demanda era baja y, por ende, los ingresos no eran los previstos. La falta de conectividad afectó la imagen de la ciudad, por lo que el sector productivo y las autoridades municipales solicitaron al Gobierno la reanudación del servicio.

Desde el pasado 31 de julio, Tame opera con un avión ATR para 60 pasajeros, pero en los cuatro vuelos semanales (martes y jueves), hacia y desde Guayaquil, la ocupación promedio es del 42%. Para Jácome, los horarios y días no benefician al usuario.

Según él, esta oferta no coincide con la necesidad de quienes quieren volar a Guayaquil o Cuenca. “La mayor demanda se concentra los lunes en la mañana y viernes en la tarde”.

Jácome dijo que por esa razón la gente no utiliza ese servicio. La empresaria guayaquileña Grace Zambrano, de 48 años, coincide con este argumento. Según ella, las frecuencias, tarifas altas y el retraso constante de los vuelos la obligaron a preferir el servicio de busetas. “El año anterior viajaba dos veces al mes en avión hacia Cuenca y Quito y ahora lo hago en busetas”. Un pasaje de ida y vuelta en buseta vale USD 24 y se hacen tres horas de viaje.

De acuerdo con los registros de la Corpac, en el primer trimestre de este año Tame canceló 15 vuelos programados y otros 39 salieron con retrasos desde y hacia el aeropuerto Mariscal La Mar. En los últimos dos meses hubo demoras en 10 vuelos, principalmente desde Quito.

Ante la falta de respuesta de las autoridades, los usuarios registran sus quejas a través de las redes sociales. Pero cuando ocurre, en la cuenta de Twitter de Tame solo informan que las cancelaciones se dan por motivos operacionales o de mantenimiento no programado.

Para el usuario, dijo Jácome, es una afectación tener que esperar tres o cuatro horas en un aeropuerto hasta que salga su vuelo y sin que nadie ofrezca una respuesta. “Por eso prefieren viajar por otro medio”.

Para cualquiera de los vuelos, el pasaje Cuenca-Guayaquil-Cuenca por Tame cuesta más de USD 110 y la Cuenca-Quito-Cuenca USD 335. “Con mi sueldo de USD 1 200 solo trabajaría para la movilización”, aseguró el cuencano Vladimir Orellana, quien labora en una imprenta en Quito.

Este Diario solicitó información a la aerolínea Tame, pero hasta el cierre de esta edición  no recibió una respuesta.

Para las representantes de Latam, Cuenca es y seguirá siendo un mercado importante dentro de las operaciones. “Contamos con 12 frecuencias semanales ajustadas a la demanda actual del mercado... con un promedio de ocupación del 85%”.

Desde julio pasado y para atraer a los pasajeros, Latam desarrolló cuatro categorías de tarifas (Promo, Light, Plus y Top) “que se adaptan a las necesidades y bolsillos del cliente”, de acuerdo con un comunicado de la aerolínea.

Para autoridades cuencanas y empresarios, una alternativa para abaratar costos es que el Ministerio de Transporte devuelva el subsidio al combustible para aviones que usen este aeropuerto, lo que se eliminó en el 2011. “Nadie ha planteado el tema por escrito”, confirmó el ministro Paúl Granda.

Para el concejal Marco Andrés Ávila, el problema del aeropuerto tiene relación con la falta de rentabilidad de las aerolíneas. “Si estas pierden dinero al viajar a Cuenca, simplemente reducen sus operaciones, porque todas buscan un ánimo de lucro”.

Granda dijo que están trabajando en un plan de incentivos para los aeropuertos administrados por el Estado para impulsar la actividad.

En contexto

Las autoridades y empresarios cuencanos exigieron la reanudación de los vuelos entre Cuenca y Guayaquil. Ese pedido se cumplió a partir del 31 de julio, pero la ocupación promedio de los cuatro vuelos a la semana, los martes y jueves, es de 42%.

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