Redacción Cultura
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El Patrimonio Cultural de un pueblo abarca su pasado y se proyecta en el futuro, involucrando a las nuevas generaciones. Su protección es clave.
Estas fueron dos de las reflexiones que se plantearon en el Taller de periodismo y patrimonio, que se desarrolló el miércoles pasado, en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina, Ciespal.
Alrededor de 50 comunicadores sociales participaron en este encuentro, organizado por el Ministerio Coordinador de Patrimonio y Ciespal. Seis técnicos expusieron sus ponencias durante todo el día. Uno de ellos fue Marco Rosero, del Área de Transferencia del Conocimiento del Instituto Nacional de
Patrimonio Cultural (INPC). Para el experto, la cultura es un eje de desarrollo de los pueblos.
“La cultura es dinámica, pues involucra al hombre en todos los aspectos (…). Y un bien cultural se transforma en patrimonio cuando luego de terminar su etapa, su historia, los ciudadanos le dan un nuevo valor, una segunda historicidad”.
Pero esto último, asimismo, le torna vulnerable. Según Dora Arízaga, otra de las expositoras, desde 1992 hasta el 2009 se registró el robo de 132 piezas, la mayoría, escultura prehispánicas y de arte colonial, pinturas, etc. La falta de un inventario de bienes patrimoniales y de recursos, hasta antes de la declaratoria del decreto de emergencia (en diciembre del 2007), dilató su recuperación en el extranjero.
“Son piezas que han salido de las iglesias, museos o casas particulares, pero que no estaban registradas. Con eso no se podía justificar su origen (la pertenencia) para traerlas de vuelta al país”. Asimismo, Mónica Arbañil (de Perú) habló sobre la convención aprobada por la Unesco en el 2003, para la
salvaguardia del Patrimonio Inmaterial.
Arbañil trabaja en el área de Comunicaciones del Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina, Crespial, cuya sede está en Cusco. Ecuador es uno de los siete países que integra este centro. “Las comunidades son generadoras de identidad. Uno de los riesgos para que el Patrimonio Inmaterial se extinga es una falta de reconocimiento de dicha cultura por parte de los propios habitantes”.
También participaron Marcelo Córdoba, Olga Woolfson, del decreto de emergencia, y Enrico Dongiovanni, de la Unesco.