Bangkok. AFP
Unas 30 toneladas de armas de guerra se incautó Tailandia este fin de semana en Bangkok. El cargamento iba a bordo de un avión georgiano que procedía de Corea del Norte -violando las sanciones impuestas por Naciones Unidas al régimen norcoreano- y cuyo destino final todavía se desconoce.
Los cuatro kazajos y el bielorruso que integraban la tripulación fueron detenidos y serán procesados por violar la legislación sobre comercio de armas.
Ellos habían pedido autorización para aterrizar con el fin de repostar carburante en el aeropuerto de Don Mueang, en la capital. Al examinar el aparato, las autoridades descubrieron un impresionante arsenal. “Había muchas armas, como cohetes anticarro RPG, misiles y otras”, afirmó el sábado por la noche el teniente general Thangai Prasajaksattru, jefe de la Policía Criminal. El avión era un carguero IL-76 de fabricación rusa.
El portavoz gubernamental Panitan Wattanayagorn dijo: “Las armas están bajo control de la Policía en una zona del Ejército del Aire. Si no podemos
identificarlas, pediremos ayuda a expertos de Naciones Unidas”.
El Gobierno de Bangkok intentará dilucidar cuál era el destino final del cargamento. La prensa tailandesa mencionó varios destinos, pero sin pruebas concluyentes, en Oriente Medio.
Las autoridades tailandesas confirmaron que el decomiso fue posible gracias a informaciones de servicios de Inteligencia extranjeros. Varias cadenas locales de TV afirman que la información provenía de responsables de Estados Unidos.