Redacción Quito
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Papeles, botellas, comida, zapatos y hasta restos de materiales de construcción llenan los basureros de las calles de la ciudad.
El mal estado de estos recipientes ocasiona mal olor en las calles y parques, problemas de insalubridad. Los perros callejeros acceden fácilmente a estos tachos.
Problemas de la basura
Cada persona genera 0,843 kg/de basura diarios. Los domicilios son los sitios que mayor cantidad de desechos generan en un día. El 66,4% de basura se produce en las casas del Distrito.
Uno de los desechos que más problemas genera al ambiente son las baterías. En el Distrito Metropolitano se producen aproximadamente 24 millones de pilas por año, que contienen metales pesados como mercurio, cadmio o plomo, peligrosos para la salud y el ambiente.
Otro problema es el uso de envases, empaques y fundas de plástico que se ha incrementado. Hace 10 años los residuos urbanos tenían un 5,9% de plástico, hoy este porcentaje es de 13,25%. Para que una funda plástica se destruya por completo se necesitan cerca de 150 años.
En el parque La Alameda, en el centro de la urbe, los basureros están dañados. Aunque no están golpeados, ni destruidos, la parte inferior de los recipientes está rota u oxidada. Esto se debe a los líquidos que expulsa la basura y corroe el metal y los perfora.
La mañana de ayer, Pedro Cajas depositó una botella en un basurero del parque. Luego de botar el plástico, Cajas se sorprendió porque la basura se fue al piso. El estudiante de medicina se sonrió al mirar el hueco que tenía el basurero y aseguró que “el descuido en estos recipientes hace que la ciudad esté llena de basura”.
No solo los desechos dañan los basureros. Dolores Vásquez recorre la ciudad con su escoba y su pala barriendo las calles. La empleada municipal ha sido testigo del vandalismo que afecta a los tachos de basura. Según Vásquez, en la zona de La Mariscal “los borrachos van pateando y golpeando a los basureros”.
Esto complica su trabajo. En las mañanas, cuando ella barre las calles nota que existe más desechos cerca de los recipientes que en el resto de las veredas.
En la Orellana, en el carril oeste-este, existen 16 basureros de color verde. Ocho están golpeados, rayados y torcidos. Solo tres lucen nuevos.
A las 08:30 de ayer, los tachos estaban llenos de todo tipo de basura. Incluso en uno de ellos había galones de aceite de carro y de pedazos de baldosas.
Alrededor de los tachos existe gran cantidad de desperdicios. Carlota Ayala, moradora, ya se acostumbró a ver esto. Cada mañana, la ama de casa debe esquivar desechos para pasar por la vereda mientras realiza ejercicios.
La Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo) recoge 45 toneladas de basura a diario, con sus 150 obreros de barrido, solo en el norte de la urbe. Vásquez dijo que la cantidad de basura es mayor desde el viernes.
Emaseo no tiene contabilizado el número de basureros que existe en la urbe, ni el sitio donde se encuentran ubicados.
Según Jaime Cabrera, funcionario de la entidad, la elaboración de los recipientes estaba a cargo de la empresa Innovar (actualmente en liquidación). Mientras que la colocación de los tachos estaba a cargo de cada una de las administraciones zonales. Esas dependencias solicitaban la ubicación de los tachos.
En la av. Coruña, entre Orellana y Colón, existen 10 basureros. Todos tienen publicidad pegada en las cubiertas. Promociones, elaboración de tesis, limpieza del récord policial y hasta propaganda electoral decora a los tachos, que perdieron su color verde.
En la av. Napo, en el sur de la ciudad, no existen basureros. En el trayecto, desde la intersección con la calle Daule hasta Los Andes, no hay recipientes en la vereda norte-sur. Aunque en el sur, centro-sur, Centro Histórico y La Mariscal, 130 barrenderos de la empresa Quito Limpio recogen 15 toneladas de basura a diario.
Esto representa el 3,3% de las 1 800 toneladas que se recolecta todos los días en el Distrito Metropolitano. Es decir, que solo en las calles se generan 60 toneladas de desechos diariamente.
Según una proyección de Emaseo, en el 2020, en Quito, se producirán 2 642 toneladas de desperdicios al día.
Punto de vista
Wladimir Sierra/ Catedrático
‘No tenemos raíces citadinas’
Los ciudadanos no tenemos una conciencia del bien público. Al mirar estos artefactos pensamos que no nos pertenecen sino que pertenecen al bien público y no desarrollamos una sensación de pertenencia. Por eso, tenemos una relación bastante despreocupada y no los cuidamos.
No nos apropiamos de estos espacios por dos razones. La primera se debe a que venimos de una sociedad agraria. La idea de espacio público viene de culturas urbanizadas o culturas modernas.
Hasta la generación pasada venimos del campo y no hemos tenido una raíz a la vida citadina. Por otro lado, el Estado no nos ha hecho sentir ciudadanos y no ha permitido que nos apropiemos del espacio. Pero con el paso del tiempo, los chicos van a apropiarse de los bienes públicos.