En El Inga Alto se divisan las torres de extra alta tensión de 500 kV. Al fondo se contempla la subestación El Inga. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
La primera línea de transmisión de extra alta tensión en el país estará lista en noviembre próximo y permitirá evacuar la energía del Proyecto Hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair.
Es un tendido eléctrico de torres gigantes y cables de 500 kilovoltios (kV) para transportar la energía de la hidroeléctrica ubicada entre Napo y Sucumbíos.
Esa energía, que empezará a generarse desde el próximo año, llegará a Quito y al norte del país a través de esta línea, dijo el gerente de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), Eduardo Barredo.
Este proyecto, además de evacuar la energía del Coca-Codo (1 500 MW de potencia) y de la Central Hidroeléctrica Sopladora a través de otra línea de 230 kV, también dotará de mayor confiabilidad al Sistema Nacional Interconectado, por donde fluye la energía que abastece a todo el país.
El presupuesto total para todo el proyecto de transmisión suma USD 677 millones, según el Plan Anual de Inversiones publicado en la página web del Ministerio de Electricidad.
El proyecto consta de tres corredores o partes.La primera es una doble línea de 126 kilómetros que va del Coca-Codo Sinclair hasta la subestación San Rafael y de ahí hasta la subestación el Inga, al oriente de Quito, de acuerdo con información publicada en la página web de Celec-Transelectric.
Con una sola línea, la energía ya se puede evacuar, pero serán necesarias dos líneas en paralelo para distribuir la carga y disponer de un respaldo en caso de que una de ellas falle.
Barredo indicó que la primera línea, que tiene un avance del 85%, estará lista en noviembre próximo. Y para marzo del 2016 se prevé la segunda.
Ambas van en paralelo, sostenidas por torres metálicas de unos 30 metros.
Una docena de estas torres ya está levantada en el sector del Inga Alto, al frente del relleno sanitario del mismo nombre, en la carretera E35 que conecta el valle de Tumbaco con el de Los Chillos.
Las gigantescas estructuras, que cuentan con unas bases cilíndricas de concreto de un metro y medio de diámetro, se levantan en medio de un paisaje verde-amarillo, por los cultivos de papa y maíz. A los pies de las torres, aún sin cables, pastan alpacas, vacas y terneros.
Una segunda fase del proyecto, que estará lista hasta finales del 2016, comprende una línea de 500 kV que unirá las subestaciones de El Inga y Tisaleo, separadas por 137 kilómetros.
Y desde este punto se conectará con la subestación Chorrillo en Guayaquil.
Esta línea permitirá una mayor transferencia de energía a la Sierra centro y a Guayaquil y reforzará todo el sistema interconectado del país.
Una tercera parte del proyecto comprende una línea de 230 kV de 153 kilómetros que irá desde la hidroeléctrica Sopladora hasta las subestaciones Taday y Taura para evacuar esa energía hasta Guayaquil.
Esta línea de doble circuito se prevé concluir en octubre próximo.
El subgerente de Operación y Mantenimiento de Transelectric, Wilson Mejía, indicó que, en conjunto, el proyecto tiene un avance del 70% y que operará a plenitud a finales del 2016.
Barredo explicó que una línea de transmisión es similar a una carretera por donde se transporta la energía.
Debido a la magnitud del proyecto hidroeléctrico Coco-Codo Sinclair se requiere de una mayor línea de transmisión de 500 kV para soportar el importante flujo de energía que provendrá de la central, ya que una línea de 230 kV no podría hacerlo.
Por tanto, la nueva línea de transmisión de 500 kV dará mayor confiabilidad al sistema de transmisión, que en los últimos años se ha ido saturando por el crecimiento de la demanda de energía en el país.