El presidente de Sudáfrica Jacob Zuma se niega a devolver el dinero público que empleó para arreglar su casa, bajo la excusa de reforzar la seguridad de la misma. Foto: AFP
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, tiene 45 días para devolver cerca de medio millón de dólares que se gastó de forma indebida en la reforma de su residencia privada.
Así lo estableció el martes 26 de julio del 2016 el Tribunal Constitucional al refrendar el cálculo que le encargó a la Tesorería sobre el monto total de las obras que Zuma debe reembolsar al no estar destinado a garantizar su seguridad.
Un informe publicado en 2014 por la Defensora del Pueblo, Thuli Madonsela, concluyó que Zuma había utilizado dinero público en su propio beneficio en la costosa reforma de su residencia privada en la localidad de Nkandla, situada en el este del país, justificada por el presidente en necesidades de seguridad.
Madonsela -que denunció la construcción en Nkandla de un anfiteatro, una piscina, un corral para pollos y un establo para vacas- pidió al presidente que devolviera a las arcas del Estado la parte de la inversión que no correspondía a su protección como jefe del Estado.
Tras ignorar repetidamente Zuma la petición de Madonsela, el Tribunal Constitucional ordenó el pasado 31 de marzo al presidente que devolviera el dinero que se gastó indebidamente, que debía ser calculado por la Tesorería.
La obra de la residencia de Nkandla costó aproximadamente USD 15 millones y medio.
La confirmación por parte del Constitucional de la cantidad fijada por la Tesorería ha sido recibida con decepción en Sudáfrica.
Zuma, de 74 años, llegó el poder en 2009 y ganó sus segundas elecciones en 2014 por mayoría absoluta pese a los numerosos abusos de poder de los que se le acusa.
El mandato de Zuma termina en 2019 y no podrá presentarse a una tercera reelección al no permitirlo la Constitución sudafricana.
Sudáfrica celebra el próximo martes las que se anuncian como las elecciones municipales más reñidas de su historia democrática, en las que la opositora Alianza Democrática (AD) aspira a arrebatar al oficialista Congreso Nacional Africano (CNA) de Zuma la alcaldía de ciudades como Pretoria, Port Elizabeth o Johannesburgo.