Ciudad del Cabo, DPA y Reuters
Diez semanas antes de que arranque el Mundial de fútbol, Sudáfrica debe afrontar de nuevo malas noticias sobre la violencia y el conflicto racial en el país.
El brutal asesinato de un líder de la extrema derecha sudafricana, Eugene Terreblanche, remueve, otra vez, los cimientos de la ‘nación del arcoiris’ multirracial.
El presidente Jacob Zuma se preocupa, y con razón, por las sombras que pueda arrojar este acto violento sobre el primer Mundial del fútbol que se celebra en tierra africana. El asesinato vuelve a abrir esa vieja herida que nunca ha llegado a curar del todo, en una sociedad que tan solo hace 16 años abolió el apartheid.
Zuma instó ayer a la calma tras el asesinato del líder de extrema derecha en una supuesta disputa por pagos con trabajadores negros. El hecho avivó los temores de odio racial. La policía arrestó a dos trabajadores de una granja y dijo que estaba investigando la riña que tuvieron con Terreblanche, pero su Movimiento de Resistencia Afrikáner (AWB, por sus siglas originales) dijo que fue golpeado y acuchillado hasta la muerte en un ataque de motivaciones políticas.
El Presidente, quien ve como una prioridad atraer a los afrikáners, dijo que se trató de un “acto terrible”, al tiempo que pidió a los sudafricanos no permitir la incitación al odio racial.
Terreblanche, de 69 años y quien se definía como un boer -minoría blanca de origen holandés que dominó el país por años-, fue la voz de la oposición radical a la abolición del mandato de la minoría blanca. Vivió apartado de la atención pública desde que en el 2004 salió de prisión tras una condena por golpear a un negro hasta casi matarlo.
Su partido ha tenido un rol político marginal desde entonces y no posee demasiados adeptos dentro del 10 por ciento de sudafricanos blancos.
El AWB exhortó a la moderación mientras preparaba el funeral de su líder y decide los pasos a seguir. “Decidiremos sobre las acciones y vamos a tomar venganza por la muerte del señor Terreblanche”, dijo el portavoz del movimiento Andre Visangie.