Dominique Strauss-Kahn (en el centro del carro) llega al tribunal de Lille el 10 de febrero del 2015. Foto: AFP
Dominique Strauss-Kahn afirmó hoy (10 de febrero del 2015) que no sabía que las mujeres que acudían a las orgías que le organizaban unos amigos cuando él dirigía el Fondo Monetario Internacional (FMI) eran prostitutas.
Strauss-Kahn, que empezó a declarar ante el Tribunal Correccional de Lille que lo juzga, junto a otras 13 personas, por proxenetismo, negó que en esas orgías se diera “una actividad desenfrenada”, como se desprende del acta de acusación.
El principal elemento de acusación contra el exministro socialista francés son los testimonios de las prostitutas, que afirman que sí sabía que ellas estaban allí por dinero, y que no podía ignorarlo, entre otras cosas teniendo en cuenta las prácticas que se realizaban.
Activista de la organización Femen se sube al vehículo en el que llega Dominique Strauss-Kahn al tribunal de Lille el 10 de febrero del 2015. Foto: AFP
Se declara inocente en juicio por proxenetismo
Kahn se declaró inocente en el juicio del ‘Carlton de Lille’, donde comparece acusado de proxenetismo agravado, delito pasible de 10 años de cárcel y 1,5 millones de euros de multa.
“No cometí ni crimen ni delito”, afirmó Strauss–Kahn, vestido con un traje azul marino en una carta leída por el tribunal.
Asimismo, el acusado desmintió toda “actividad desenfrenada” en la organización de fiestas con prostitutas.
La llegada de Strauss–Kahn al tribunal de Lille, norte de Francia, fue tumultuosa debido a que tres mujeres del movimiento Femen con los pechos desnudos se abalanzaron sobre su automóvil.
Las tres activistas, con el torso y la espalda pintadas con consignas contra la prostitución y el proxenetismo, sorprendieron a los policías que custodiaban el tribunal y una de ellas logró subirse al capó del coche de Strauss-Kahn.
Las tres militantes de Femen fueron rápida y enérgicamente detenidas por los policías que después de tirarlas al suelo las esposaron.
La protesta de Femmen contribuyó al espectáculo de este juicio fuera de serie, que desde el inicio tiene ribetes de comedia debido a la personalidad pintoresca de algunos de los acusados.
Strauss-Kahn, que renunció al FMI y a su carrera política en Francia debido a un escándalo sexual en Nueva York en el año 2011, comparte el banquillo de los acusados con 13 personas.
DSK, como se lo conoce en Francia, será confrontado en el juicio a exprostitutas que participaban en orgías organizadas por amigos en Lille, París y Washington.
La exestrella de la política francesa, durante mucho tiempo principal favorito para las elecciones presidenciales de 2012, tiene tres días para convencer a los jueces de que ignoraba que las mujeres que participaban en las orgías eran prostitutas contratadas para él por sus amigos.
El ‘rey de la fiesta’
La sombra de Strauss-Kahn planea sobre el juicio que comenzó el pasado 2 de febrero.
El lunes, Mounia, una exprostituta, parte civil en el juicio, afirmó que había sido contratada especialmente para satisfacer los deseos de un prestigioso cliente.
Se trataba de “ver si podía convenirle a ese cliente”, dijo Mounia al relatar la entrevista previa que había tenido con el empresario David Roquet, uno de los organizadores de las veladas.
David Roquet, fascinado por Strauss-Kahn, al que ya veía presidente de Francia, buscaba de esa forma ganarse la simpatía del político.
Roquet declaró ante el tribunal que en ningún momento DSK supo la profesión de las “chicas cultivadas y elegantes” que se le presentaban.
La acusación dejó claro que Strauss-Kahn nunca pagó a ninguna de las prostitutas que participaban en las “veladas libertinas” con sus amigos.
Además de Roquet, en ese círculo de amigos estaba el policía Jean-Christophe Lagarde, el empresario Fabrice Paszkowski, y la organizadora de eventos sociales Virginie Dufour.
Strauss-Kahn es sospechoso sobre todo de haber sido el “ Rey de la fiesta ” de esas orgías en Lille, París y Washington, ciudad sede del FMI, adonde sus amigos organizaron tres viajes de placer cuando todavía dirigía el FMI.
Strauss-Kahn declaró desde el inicio de la investigación que ignoraba la condición de prostitutas de las mujeres, y que para él se trataba de veladas libertinas entre adultos que mantenían relaciones sexuales consentidas.
En cambio, algunas de esas mujeres calificaron las orgías de “carnicería”.
Los abogados de DSK denunciaron una interpretación abusiva del derecho y una motivación “política, ideológica, moral” detrás de la inculpación.
La fiscalía de Lille se pronunció a favor de abandonar la acusación contra DSK, considerando que era “beneficiario” de la prostitución pero no “instigador”.
Sin embargo, los jueces de instrucción decidieron enviarlo a juicio.