Algunos países del mundo viven una blanca Navidad. Todo gracias al hecho de que en esos lugares hay nieve, que no hay que confundirla con el granizo, un fenómeno que sí se observa en naciones como el nuestro. La nieve es un fenómeno meteorológico que consiste en la precipitación de pequeños cristales de hielo.
Todo ocurre cuando el agua del mar o de los ríos se evapora por el sol y sube al cielo para formar nubes. Ese vapor se acumula pero cuando hay muchos cristales hay una descarga de ellos y caen al suelo en forma de nieve. Obviamente solo se forman en temperaturas menores a 0 grados centígrados.
A pesar del frío, en algunos países aprovechan estos sucesos para hacer muñecos de nieve.
Cada país tiene su forma típica de construir su muñeco. Generalmente esta actividad se constituye en un entretenimiento para los niños en naciones en donde abunda nieve en estas épocas.
Generalmente, la figura se construye haciendo rodar una bola grande de nieve para fabricar el cuerpo. Luego se hace la segunda para el tronco y la tercera, más pequeña, para la cabeza. A veces utilizan una bufanda de alguien de la familia y un gorro viejo para vestir al monigote. Para crear los rasgos de la cara existen diferentes opciones. Por ejemplo, para la nariz utilizan una zanahoria; para los ojos, trozos de carbón, grandes botones o piedras. Algunas personas añaden también una pipa al muñeco, aunque no siempre es así.
En cada país existe una tradición en torno a este personaje. En Lituania se lo conoce como el hombre sin cerebro. Allí en una ocasión, sus habitantes hicieron 141 muñecos de nieve cerca de su parlamento para cada miembro de este poder como medida de protesta contra su gobierno.