Algo más de dos horas duró la reunión entre autoridades municipales y los representantes de los vendedores de gas que reparten el producto a domicilio, pero no llegaron a un acuerdo. De todas formas, los diálogos seguirán, dijeron este miércoles, 17 de agosto, los involucrados.
Dany Gaibor, abogado de la Asociación de Vendedores de Gas de Quito, indicó: “nos piden que se cumpla con lo establecido en la Ordenanza 213 y que establece parámetros en el tema de ruido con evidente afectaciones a la salud para los vecinos de Quito”.
Así que a las 18:00 tendrán una reunión con sus bases para analizar la posibilidad de levantar o no la paralización del servicio a domicilio, y continuar con los diálogos.
La autoridad municipal dice que no hay ninguna posibilidad de ruido con los vehículos. Y que mejor se barajen otras alternativas mediante la creatividad de la gente. En el Distrito existen 300 distribuidores de gas a domicilio, y más de 900 vehículos.
Por su lado, la secretaria de Ambiente del Municipio, Verónica Arias, indicó que mañana (jueves 18 de agosto), a partir de las 14:00, se volverán a reunir con los agremiados y buscarán soluciones al reclamo de la ciudadanía ante un ruido excesivo.
Dijo que están abiertos a las alternativas creativas que ya le están llegando a través de la ciudadanía. Entre las buenas alternativas, indicó Arias, pueden ser: tener un horario, que la ciudadanía se comunique a través del teléfono, una solución a través de una aplicación de un dispositivo móvil, o unos banderines en las casas para solicitar el gas. Hay muchas ideas para solucionar este problema del ruido excesivo, dijo.
Aclaró que la norma dice que hay prohibición para la emisión de dispositivos sonoros en fuentes móviles (como los vehículos de gas). Para permitir el uso de cualquier sonido “habría que cambiar la Ley de Tránsito y la Ordenanza 213. Lo que hacemos nosotros es cumplir la norma”, dijo Arias.
Los montos de las multas van desde el 20% del básico hasta un salario básico y puede duplicarse por reincidencia. Se podría bajar la intensidad de control hasta tener un diálogo con los vendedores de gas, pero en caso de no llegar a una solución los controles seguirán, indicó Gabriela Larreátegui, de la Agencia Metropolitana de Control.
Se insistió que los diálogos seguirán hasta encontrar un camino pero siempre ajustándose a la norma.