Río de Janeiro. Reuters, DPA, ANSA
Socorristas en Río de Janeiro hurgaban desesperadamente ayer entre el barro y los escombros para tratar de encontrar a decenas de desaparecidos. Las inundaciones y deslaves han acabado con la vida de 133 personas en la segunda mayor ciudad de Brasil.
Las lluvias más intensas registradas en más de 40 años en la zona, que comenzaron el lunes, provocaron al menos 180 deslaves que destruyeron casuchas en favelas sobre laderas de cerros, causaron la mayoría de muertes y dejaron 54 desaparecidos.
La ciudad, famosa por sus playas y carnavales, volvía a la normalidad lentamente ayer, pero se preveían más lluvias. La cifra de fallecidos iba en aumento mientras equipos de rescate buscaban a víctimas enterradas bajo torrentes de barro y escombros.
Bomberos lucharon por horas para rescatar a un niño de 8 años que pidió ayuda desde los escombros de una casa derrumbada en una favela de la ladera de un cerro, pero cuando lograron acceder al lugar en el que estaba atrapado ya había fallecido.
“Le prometí a su padre que sacaría vivo al muchacho, pero no pude”, dijo entre lágrimas el bombero Luis Carlos dos Santos. El alud en el área histórica de Santa Teresa, en Río, acabó con la vida de 17 personas. El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, pidió a la gente que vive en áreas de alto riesgo a que se mantuviera alejada de sus casas.
El servicio meteorológico del Gobierno pronosticó que las lluvias continuarán hasta el sábado, pese a que la nubosidad disminuyó y las lluvias habían cesado al mediodía de ayer. Se indicó que al menos 10 000 casas siguen en riesgo de derrumbe. El Gobierno federal envió fuerzas de seguridad adicionales para ayudar en las operaciones de rescate.
43 personas perdieron la vida en Río de Janeiro y otras 60 en la cercana ciudad de Niterói, mientras que el resto de las víctimas fatales se registró en otras localidades del estado de Río.
En una favela de Niterói, residentes buscaban desesperadamente a sobrevivientes entre los escombros de 10 casas que quedaron destruidas en un deslave.
“Perdí a mi cuñada y a una sobrina y mi sobrino y cuñado aún están desaparecidos”, relató el enfermero Samuel Franca, quien logró rescatar a su hermana de los escombros el día anterior.
La escasa inversión de los gobiernos en obras de prevención de desastres es responsable de las trágicas consecuencias que tienen en Brasil los grandes desastres naturales. Según un estudio divulgado ayer por la ONG Cuentas Abiertas, a lo largo de este año el gobierno del presidente Lula da Silva liberó solamente el 12% de los USD 180 millones reservados para obras del programa de prevención y preparación para desastres naturales.
Venezuela afectada
En Venezuela, el municipio Juan José Mora, del estado Carabobo, resultó el más destruido por las precipitaciones que desde el lunes azotaron la zona y dejaron a su paso más de 800 afectados y 222 casas inundadas. Hasta el momento, no se han reportado muertes por la lluvia.
El director de Protección Civil, Rafael Loaiza, explicó que la cifra total de daños aún está en evaluación. En la población de Palmasola, hacia el norte del municipio, se reportó el mayor número de viviendas afectadas por las lluvias. El Nacional / GDA