El obetivo de un grupo de organizaciones es eliminar restricciones de los códigos de convivencia de los planteles educativos para promover la libertad estética. En la foto, estudiantes de un colegio en Quito durante sus clases el pasado 13 de enero del 2018. Foto: Patricio Teran / EL COMERCIO
No piercings, no cabellos de colores, no barbas… Esas son algunas de las prohibiciones que un grupo de organizaciones sociales ha detectado en establecimientos educativos de las principales ciudades del país. Su objetivo es eliminar esas restricciones de los códigos de convivencia de los planteles para promover la libertad estética.
Diana Maldonado es parte del Observatorio Ecuatoriano de Derechos Humanos de Colectivos y Minorías, y explica que desde el año anterior han receptado al menos 30 denuncias de niños, niñas y adolescentes, que fueron sancionados por no ajustarse a los reglamentos de vestimenta de sus planteles.
“Buscamos que de los códigos de convivencia desaparezcan estas restricciones. Por ejemplo, se exige a los chicos el corte clásico de cabello y que no usen aretes. Para las chicas, el cabello no puede estar más arriba del hombro”.
Por incumplir estas normas, en algunos casos, los estudiantes han sido impedidos de ingresar a los colegios y hasta suspendidos por algunos días, según los reportes recopilados por nueve ONG’s.
En junio de 2017, estos grupos sociales presentaron ante la Defensoría del Pueblo una queja por violaciones a la libertad estética en el ámbito educativo. Desde entonces se han realizado tres audiencias, a las que también han sido citadas autoridades del Ministerio de Educación. La última será el martes 8 de mayo del 2018, a las 10:00 en la Defensoría de Guayaquil.
Estuardo Viteri, de la fundación Rescate Animal, explica que el artículo 21 de la Constitución del Ecuador garantiza la libertad estética. “En su parte final establece que la ley va a sancionar a la autoridad que menoscabe ese derecho”.
Pero más allá de las sanciones, estas organizaciones buscan cambiar los paradigmas que han seguido por años los planteles educativos. Billy Navarrete, secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, asegura que están dispuestos a dar soporte a los establecimientos en la creación de nuevos códigos de convivencia, enfocados en derechos.
“Hay mucho temor de las autoridades educativas en flexibilizar. Estamos interesados en lograr una transformación al interior de los planteles, en promover el debate en la comunidad educativa para aportar a la construcción de ciudadanos desde la educación”.
Como un adelanto en este debate, los integrantes de las organizaciones ven positivamente la circular emitida por el Ministerio de Educación en marzo pasado. El documento establece la elaboración de nuevos códigos de convivencia en todo el país, que estarán vigentes hasta el 2020.
Para Maldonado, esta es la oportunidad de incluir la libertad estética y eliminar la discriminación en todas las instituciones educativas del país, públicas y privadas. Y que los códigos sean elaborados entre estudiantes, padres y maestros, y no solo por las autoridades, como ha sido hasta ahora. “En el 99% de los planteles del país existen restricciones a la libertad estética y al libre desarrollo de la personalidad en los códigos de convivencia”, dijo.
Además recalca que la libertad estética en los colegios también es parte de la igualdad de derechos. Y cita parte de la Declaración de Derechos Humanos, sobre el aporte de la educación al libre desarrollo de la personalidad. “No queremos intervenir en la casa de nadie, pero sí en las instituciones porque no se pueden vulnerar los derechos que ya están reconocidos”.
Las ONG’s que participan en la queja ante de la Defensoría del Pueblo son Fundación Rescate Animal Ecuador, Observatorio Ecuatoriano de Derechos Humanos Colectivos y Minorías, Grupo Rescate Escolar, Todo Mejora Ecuador, Matrimonio Civil Igualitario, Organización Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas, Sentimos Diverso, Fundación Jessica Jaramillo y el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos.
Estas organizaciones realizaron campañas en redes sociales con los lemas #RespetaMiLook y #MiEsteticaMiDerecho. Así recabaron denuncias en Guayaquil, Quito, Cuenca y Manta, entre ellas algunos de estudiantes transexuales. Y esperan receptar más casos.