Puerto Príncipe. Reuters
Haití fue sacudido ayer por un feroz terremoto que derribó edificios y dejó gran cantidad de muertos y heridos en la capital del país, el más pobre del Hemisferio Occidental. El terremoto de magnitud 7,3, cuyo epicentro estuvo en tierra firme a sólo 16 km de la capital, Puerto Príncipe, hizo entrar en pánico a la población en las calles de la ciudad, mientras una nube de polvo y humo se elevaba hacia el cielo desde los edificios que se desplomaban.
El poderoso movimiento se sintió en la cercana isla de Cuba, donde las autoridades evacuaron a quienes viven cerca de la costa por temor a un tsunami. En República Dominicana, país fronterizo con Haití, la población entró en pánico, pero no se reportaron víctimas. Mientras la oscuridad caía en medio de escenas de caos y gritos de las víctimas, los habitantes trataban desesperadamente de desenterrar a los sobrevivientes o buscaban a sus familiares desaparecidos entre los escombros.
Sin cifras de víctimas
Grandes edificios como oficinas, hoteles y tiendas en la capital haitiana se derrumbaron por un poderoso terremoto, sepultando a cientos, posiblemente miles de personas bajo los escombros.
El Gobierno venezolano anunció que enviará un grupo de 50 rescatistas para apoyar a las víctimas del sismo , informó hoy el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro. El funcionario señaló que el grupo está formado por especialistas en búsqueda y salvamento y que además se prevé el envío de alimentos, medicinas y agua potable para los afectados.
El palacio presidencial se encontraba entre los edificios dañados, dijo a la cadena CNN el embajador de Haití en Estados Unidos, Raymond Alcide Joseph. “Mi país enfrenta una importante catástrofe”, declaró el funcionario.
El empobrecido país tiene una historia de desastres naturales y caos político. El sismo, que fue seguido por varias réplicas, llevó a una advertencia de tsunami para partes del Caribe, pero más tarde fue cancelada. “Todo comenzó a temblar, la gente gritaba, y las casas comenzaron a derrumbarse (…) es un caos total”, dijo el periodista Joseph Guyler Delva en Puerto Príncipe. “Vi gente bajo los escombros y gente muerta”, agregó, indicando que había visto decenas de víctimas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que sus “pensamientos y oraciones” están con la gente de Haití y se comprometió a proveer ayuda. Su Gobierno dijo que el Departamento de Estado, Usaid y el Ejército estadounidense estaban trabajando para coordinar la asistencia.
Un empleado de la organización de caridad Food for the Poor dijo que vio colapsar a un edificio de cinco pisos en Puerto Príncipe, según aseguró Kathy Skipper, la portavoz del grupo.
Hablando a CNN desde Puerto Príncipe, Ian Rogers de la organización de caridad Save the Children dijo que podía escuchar los gritos y lamentos a través de la ciudad en penumbras.
Las viviendas construidas en laderas de colinas se vinieron abajo en medio de tierra y escombros. “Todas las vías están bloqueadas actualmente”, dijo Rogers. “La gente gritaba ‘Jesús, Jesús’ y corría en todas direcciones”, dijo Delva.
El hotel Montana, en Puerto Príncipe, donde se hospedan muchos extranjeros, sufrió al menos daños menores. En la costera ciudad de Santiago de Cuba, Eduardo Machin dijo que estaba “en la terraza y creí que mi silla se había resbalado, pero después me di cuenta que era un terremoto (…) Fue muy fuerte”, agregó.
Marinos en la base naval en la Bahía de Guantánamo dijeron que sintieron el terremoto, pero aseguraron que no hubo daños en la base o de Estados Unidos.