Sisay Lora y Jorge Santana forman el grupo Zin- Ko- doz. Foto: El Comercio
Desde merengues de Wilfrido Vargas, que suenan así: “Coooonmigo, no te metas/ porque a mí se me respeta… Arriba la mano…”. Hasta la onda Shakira: “Nunca pensé que doliera el amor así/ Cuando se entierra en el medio de un no y un sí… Te aviso, te anuncio, que hoy renuncio…”.
Varios ritmos interpretan las marionetas de Sisay Lora, de 28 años, y Jorge Santana, de 38. Ella es boliviana y él, ecuatoriano. Llevan un año en Quito, viven en el sur. Y hacen que quienes los miran se sientan fascinados por su inventiva.
Tardes como la de este sábado 3 de marzo, ellas se la pasan presentando su show. O mejor dicho el de: Leo, el león guitarrista; Pedro, orangután conguero; Shaki, la monita que toca las maracas lleva ese nombre en honor a la cantante Shakira; Puppy, el trompetista; y Sabú, el lémur blanco.
Todos son pequeñas marionetas, que esta pareja pone a bailar con diferentes ritmos, en una tarima, con sus respectivos instrumentos musicales, micrófonos y escenario. Todo fabricado en madera por ellos. Jorge es carpintero así que solo tuvo que dedicarse a trabajar un poco en los detalles de esas minuaturas.
Esta función se desarrolla bajo la sombra del ciprés de Monterrey, según se lee en el rótulo colocado por la Secretaría Metropolitana de Ambiente. Ocurre a un lado de la Puerta de la Circasiana, en El Ejido, junto al monumento de la Lucha Eterna.
“El show me parece excelente. Son tan creativos quienes manejan las marionetas. Tienen una habilidad única. Primera vez que los veo”. Eso comentó Andrea Cabrera, de 32 años, quien estuvo en el público. A eso de las 15:00 hacía mucho viento en la zona, pero la gente continuaba tomando fotografías con sus celulares. Haciendo video de la función. Un padre gritó a su esposa: “Por favor, mírale al Jairo” pues estaba entretenido con su cámara, haciendo tomas de los monitos y de la pareja que los ponía en movimiento.
Sisay Lora y Jorge Santana forman el grupo Zin- Ko- doz. Se les ocurrió poner en marcha este número en diciembre del 2013. Hicieron adaptaciones a un show parecido al que ofrece el padre de Sisay, con esqueletos rockeros. Y al igual que él decidieron moverse por varios países. Salieron de Bolivia y se quedaron seis meses en Chile, también pasaron por Argentina. Su intención es volver a Bolivia y recorrer más países.
Acá, los monitos y el león se presentan de lunes a viernes, de 13:00 a 20:00 en la avenida Naciones Unidas, en la zona del bulevar. Los sábados se quedan en El Ejido y los domingos vuelven a La Carolina. Dicen tener problemas con la Policía Metropolitana, que les pide documentos, permisos para ocupar el espacio público. Ahora el problema será el clima. Esta tarde de sábado 3 de octubre del 2015 el viento y el frío espanta a la gente que los observa. El mismo problema tienen los vendedores de helados, que mueven sus carritos a otro lado; también hay comerciantes que ofrecen bufandas, hierbas aromáticas. Detrás de ellos está la feria de artesanías y tejidos de Otavalo.
Cada vez que muestran su habilidad en la calle, ellos van junto a su hijo, de 10 años. Tienen dos maletas grandes en donde guardan el parlante del que se proyecta la música, que pone a bailar a todos, no solo a las marionetas y a sus intérpretes sino a quienes los ven. “Agáchate, agáchate, agáchate…”.