En la Simón Bolívar habrá contraflujos

Las puertas que se instalaron a la altura del desvío a la Ruta Viva, en la avenida Simón Bolívar, permanecen cerradas. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO

Las puertas que se instalaron a la altura del desvío a la Ruta Viva, en la avenida Simón Bolívar, permanecen cerradas. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO

Las puertas que se instalaron a la altura del desvío a la Ruta Viva, en la avenida Simón Bolívar, permanecen cerradas. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO

En la avenida Simón Bolívar se cuenta con un plan para mitigar la congestión vehicular en casos de emergencia. En 15 sitios de esta vía se retiró el parterre central para instalar puertas abatibles que permitan implementar contraflujos.

Estas puertas serán abiertas por personal de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) solamente cuando se produzca un incidente en la vía, un fenómeno natural (deslaves, erupciones, sismos) o en operativos especiales, según informó Darío Tapia, secretario de Movilidad.

Las estructuras miden alrededor de 16 metros y se encuentran cerca de los sitios considerados de mayor incidencia de accidentabilidad. Con esto se aspira evitar que, durante una emergencia cerca de estos puntos, se detenga el tránsito vehicular y se formen filas de automotores que pueden extenderse varios kilómetros, como ocurre usualmente.

En esta vía periférica, que bordea la ciudad por su costado oriental, los incidentes de tránsito son frecuentes. Ayer mismo, hasta las 11:00 se registraron dos de estos eventos a la altura de la Interoceánica y de la autopista General Rumiñahui, según el Twitter de la AMT @AMTQuito.

En cambio, en enero y febrero pasados fueron 171 siniestros los que se presentaron en esta arteria vial, según datos de esta entidad municipal.

Para los usuarios de la Simón Bolívar, cuando se producen estos hechos, llegar a su destino resulta complicado.

Patricio Gavilanes, quien usa a diario esta vía para dirigirse desde Santa Rosa hacia la av. De los Granados, comentó que hace un mes se quedó atrapado en un trancón durante una hora. Un bus que iba a pocos metros se volcó y eso impidió avanzar hacia el norte.

Actualmente, sin las puertas en funcionamiento, esta avenida no tiene condiciones para desfogar los trancones. La única opción sería treparse el parterre, pero esta maniobra no es segura, enfatizó Tapia.

Los usuarios de la vía deben aguardar mientras se retira los automotores involucrados en los siniestros. Esta medida, según el tamaño del automotor, puede tomar entre una hora y media o dos horas, precisó la Secretaría de Movilidad. A veces se requieren de grúas especiales.

Una vez que las puertas abatibles de la Simón Bolívar entren en funcionamiento, a mediados de abril, los agentes civiles podrán abrirlas y habilitar uno o dos carriles de la vía contraria, según las condiciones, para permitir el paso de los automotores. Esta avenida es bidireccional, tiene tres carriles por sentido.

Así los conductores podrán avanzar en sus vehículos pero deberán tener paciencia. Este tipo de medidas ayudan a aliviar la congestión vehicular, pero no a reducirla, explicó Juan Francisco Arias, consultor en Movilidad.

En promedio por esta vía de alta velocidad, que conecta el sur con el norte, circulan diariamente unos 120 000 conductores en sus vehículos. Por esto, antes de abrir las puertas para que los conductores se incorporen a un contraflujo, se deberá aplicar un protocolo de seguridad, explicó Arias.

Lo anterior implicará colocar señalización preventiva para advertir, contar con agentes civiles para orientar a los conductores e instalar señalética especial (conos).

Cuando se terminen de instalar las 15 puertas abatibles los agentes civiles serán capacitados y realizarán simulacros para poner a prueba este mecanismo de emergencia.

Otro escenario para usar los contraflujos en la Simón Bolívar sería en una eventual evacuación por el volcán Cotopaxi. En este caso, esta es una de las vías principales para facilitar la salida desde Los Chillos hacia Quito.

Si bien la actividad interna del coloso es moderada, según el reporte de ayer del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, el Municipio de Quito toma este tipo de medidas como prevención.

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