18 sesiones del Concejo de Quito clausuradas por falta de quórum

Archivo / Paúl Rivas Bravo / El Comercio Las sesiones ordinarias de Concejo se convocan cada 15 días, desde el 2015.

Archivo / Paúl Rivas Bravo / El Comercio Las sesiones ordinarias de Concejo se convocan cada 15 días, desde el 2015.

Las sesiones ordinarias de Concejo se convocan cada 15 días, desde el 2015. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Desde que se inició el actual período municipal, en mayo del 2014, 18 sesiones del Concejo quiteño han sido clausuradas por falta de quórum y otras seis no se instalaron debido a la misma causa, según la Secretaría del organismo.

A pesar de que faltan más de tres meses para que finalice el 2017, este es el año en que más sesiones se han clausurado debido a la falta de quórum: hasta el jueves pasado, esto ocurrió en siete sesiones. En 2014 y 2016 sucedió cuatro veces y en 2015, tres. Se requieren al menos 12 miembros del Concejo, incluido el Alcalde, para iniciar o continuar una sesión.

El más reciente caso de una sesión clausurada por falta de quórum fue el 7 de septiembre, cuando estaba previsto debatir tres ordenanzas. Dos de ellas, relacionadas con movilidad, no fueron tratadas.

Las sesiones se llevan a cabo los jueves, cada dos semanas, de acuerdo con una resolución del Concejo del 2015. Antes, se realizaban cada semana.

La concejala Anabel Hermosa (AP) ha faltado a tres de 180 sesiones efectuadas y ha delegado a su alterno en 35 ocasiones. Ella considera que cuando las sesiones se suspenden, no se instalan o terminan con menos concejales de los que empezaron, disminuye la calidad del debate en temas importantes para la ciudad, como presupuesto o movilidad.

Por eso, dentro del Concejo se pidió en la reunión del 7 de septiembre que se haga un registro que determine a los ediles que se quedan en las sesiones de principio a fin y a los que suelen abandonarlas.

La Secretaría del Concejo tiene información detallada sobre asistencias y ausencias de los ediles en las sesiones. El secretario Diego Cevallos, explica que si un concejal pide licencia o vacaciones, se principaliza a su alterno. Es decir, que su ausencia no es contabilizada en ese caso. Solo se registra si el edil se ausenta sin haber hecho el trámite descrito.

Según la lista de la Secretaría, los concejales que más ausencias de este tipo registran son Luisa Maldonado (AP), Carla Cevallos (Ind.), Karen Sánchez (Ind.) y Patricio Ubidia (AP), con entre el 10 y el 15% de inasistencias.

Maldonado y Ubidia señalan que el reglamento interno de Alianza País dispone que, como un acto democrático, deben ceder su puesto a sus alternos en el 25% de sesiones.

Ubidia agrega que el Alcalde suele convocar a sesiones extraordinarias para temas de mayor interés o polémica; no obstante, las agendas de los concejales suelen estar preestablecidas, por lo que a veces no pueden asistir.

El Alcalde tiene la potestad de convocar a los 21 concejales a sesiones extraordinarias, con 24 horas de anticipación.

Ubidia dice que en su caso, como concejal de parroquias rurales, planea con antelación reuniones o jornadas de chequeos oftalmológicos en sus zonas. Además, asegura que se han cruzado actividades de la maestría en Planificación Territorial que está cursando. Y, en el 2015, estuvo fuera un mes, por su permiso de paternidad.

La concejala independiente Carla Cevallos manifiesta que en algunas oportunidades se ha ausentado de las sesiones por sus clases de maestría semipresencial, pero que ha dejado a su alterno a cargo.

Sobre las sesiones que se clausuran por falta de quórum, recuerda que en ciertos casos el orden del día tiene varios puntos complejos y de amplia discusión, por lo que, por temas de agenda, terminan con menos concejales de los que empezaron y esto causa retrasos. “Si volviéramos a sesionar cada semana, como era al inicio, tal vez los temas complicados no estarían solo cada 15 días” o en sesiones extraordinarias.

Frente a lo citado por los concejales, el vocero del Alcalde, Santiago Zeas, señala que la responsabilidad fundamental de los ediles es asistir a las sesiones de Concejo y quedarse hasta el final. “Por supuesto que las sesiones son intensas y en ocasiones prolongadas, debido a la gran carga de trabajo que existe en el Municipio de Quito en materia legislativa”.

Según la Secretaría del Concejo, de un total de 180 sesiones del Pleno, el alcalde Mauricio Rodas, subrogó en 14 ocasiones su lugar a uno de los vicealcaldes, por lo que ese puesto nunca queda vacante . Zeas agrega que el Burgomaestre solo encarga su puesto en situaciones excepcionales.

Este año también se presentó el caso de la convocatoria a una sesión extraordinaria que, finalmente, no tuvo lugar. Se trató de la sesión para segundo debate de la ordenanza que fija el costo del pasaje urbano. El Alcalde la convocó para el viernes 30 de junio. Sin embargo, los concejales recibieron un comunicado en el cual les informaban que la reunión se postergaría para una nueva fecha, que aún no ha sido fijada.

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