La sequía golpea a 3 países de la región

Asunción. AFP y ANSA

Si en dos meses más no llueve, esto va a ser un desastre”. Así resume el drama que se vive en la región del Chaco central, en Paraguay, el veterano ganadero Francisco Fernández. Él  señala que la actual sequía es la peor en décadas.

Al no haber pastizales ni agua, las reses mueren de hambre y de sed. “Cuando se acuestan por falta de fuerzas, ya no se levantan más”, relata. Fernández confiesa que ya perdió 160 reses y que trata de mantener con vida al millar que le resta con forrajes.

Inundaciones en Brasil
La cifra de víctimas mortales causadas por un temporal de lluvias fuertes en Río Grande do Sul -Brasil, frontera con Uruguay- se elevó ayer a seis.
Unas 10 000 personas    abandonaron sus casas tras el temporal, reportó ayer la Defensa Civil. El Gobierno local decretó el estado de emergencia. 
La sexta víctima mortal, un hombre de 45 años, sufrió el derrumbe de una pared de su casa y llegó a ser socorrido. Pero su cuerpo no resistió las lesiones y falleció camino del hospital.
Unas 240 000 personas quedaron ayer sin energía eléctrica en Río Grande do Sul. Los bomberos comenzaron a trabajar en la remoción de más de 130 árboles y postes que cayeron en la capital ‘gaúcha’, Porto Alegre.
En Porto Alegre, hay varios barrios inundados y las  instituciones educativas suspendieron ayer sus actividades. Además, se registraron vientos de hasta 87 kilómetros por hora.

El pasado domingo cayeron 34 milímetros de lluvia, una cantidad ínfima que no abastece las expectativas de los productores.

En el Chaco paraguayo unas 5 000 cabezas de ganado murieron y cerca de 15 000 debieron ser reubicadas por una sequía que castigó fuertemente la zona productora de lácteos.

Asimismo, el Gobierno de Asunción declaró ayer de interés nacional la construcción de acueductos, destinados a salvar en el futuro la producción agrícola y ganadera, devastada por una prolongada sequía, informó el vicepresidente Federico Franco.

“Tenemos que favorecer la construcción de tres o cuatro acueductos en el Chaco, para permitir una agricultura generosa. Que termine la muerte masiva de ganado, que está a punto de matar la producción chaqueña”, señaló  Franco. Los conductos para llevar el agua serán construidos desde el río Paraguay hasta el desértico Chaco central, dijo el director del Servicio Nacional de Salud Animal  de Paraguay, Daniel Rojas.

La sequía que lleva casi 10 meses está vinculada con el fenómeno climatológico llamado El Niño, según los expertos.

El primer sistema de aguas del proyecto, con unos 250 km de extensión, tendrá un costo de unos USD 30 millones. De estos, 20 millones serán aportados por los colonos menonitas de la región, para poder revivir al Chaco. En el Chaco central viven unos 50 000 colonos menonitas, descendientes de reformistas protestantes europeos del siglo XVI.

Sobre la mortandad de animales, Rojas dijo que las autoridades “están exigiendo que sean enterrados a cierta profundidad para evitar la diseminación de los restos y el brote de enfermedades”.

Con vehículos movidos a diésel, camiones de ganado y hasta con carretas, los ganaderos arrastran con sogas a los animales recién muertos. Luego los trasladan distancias de cinco a seis kilómetros para enterrarlos en grandes fosas.

La región está sembrada de restos de vacunos, de los que apenas quedan la cabeza y el cuero, con el cuerpo vaciado por predadores.

Los tentáculos del drama  del Chaco paraguayo alcanzaron también al Chaco boliviano. Un informe de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) revela que Bolivia perdió su producción agrícola entre el 35 y 40% , durante los primeros seis meses de 2009, debido, particularmente, a la sequía. En el Chaco boliviano han muerto unas 2 000 cabezas de ganado.

Y los efectos de la sequía también se sienten en la zona de Tostado, en Argentina. “Es durísimo. Tenía 100 caballos y me quedan 15. Me llevaron las vacas, los cabritos, las chivas”.

Así  resume Armando Bustos la tragedia que causa la falta de lluvias. “No me pienso matar porque a mí me gusta la vida, pero ya hay cuatro productores por acá que se suicidaron porque les quedaban muy poquitos animales”.

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