El funeral del periodista radial, Hugo Medina, será sepultado en su pueblo natal, El Altar en Chimborazo. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO
El sepelio del radiodifusor de la Nina Radio, Hugo Alberto Medina Cazco, sobreviviente del accidente aéreo ocurrido el 1 de octubre del 2014 en Sarayaku, un poblado amazónico del Ecuador, será mañana, 13 de diciembre, en su pueblo natal El Altar, en Chimborazo.
Medina falleció la noche del miércoles en el Hospital Eugenio Espejo, en Quito, donde se recuperaba de quemaduras de tercer grado que sufrió en la parte inferior de su cuerpo, a causa de la explosión de la avioneta de la línea Aerokashurko, que se estrelló cerca a la pista aérea del pueblo Sarayaku.
Una hemorragia interna acabó rápidamente con su vida. “El doctor nos dijo que tenía un 80% de probabilidades de sobrevivir, la cirugía de implantes de piel fue exitosa. Él estaba motivado, nos dijo que en cuanto se recuperara retornaría al Puyo a cuidar de sus hijos”, dijo Simón Medina, su padre.
El cuerpo fue trasladado al salón comunitario de El Altar ayer, jueves 11 de diciembre, donde Hugo vivió hasta los 17 años. En ese pequeño poblado ubicado a 15 minutos de Penipe, se colocaron arreglos florales y fotografías para honrar su memoria.
A petición de su madre, Luisa Cazco, será sepultado en el cementerio local. “Quiso tenerlo más cerca, ya que no pudo estar con él los últimos años de su vida”, contó su prima Lourdes Medina.
Ella recuerda bien el conmovedor momento en el que Alfonso Espinoza de los Monteros anunció en la televisión que su primo, su esposa Maritza Aranda y su hija Yonsú, formaban parte de la tripulación de una avioneta accidentada en la selva.
Aranda falleció en el accidente mientras que la pequeña de cinco años logró sobrevivir gracias a que su padre la sacó de la avioneta antes de que explotara. “Él contó como rompió desesperado la ventana con su codo, pero su cinturón de seguridad estaba atorado y no pudo hacer nada por su esposa”, relató Simón Medina.
Hugo, quien tenía 32 años, migró de su pueblo natal en el 2001. En esa época la reactivación del volcán Tungurahua afectó a la producción agrícola y ganadera de su familia, por eso decidió buscar una mejor suerte en el Puyo.
En esa ciudad se desempeñaba como periodista radial y se involucró con las comunidades indígenas de la Amazonía por su esposa Maritza, oriunda de Sarayaku. “La última vez que nos visitó tenía la cara pintada con wituk, dijo que quería que sus hijos crezcan respetando la cultura de su mamá”, contó Lourdes.
Las honras fúnebres se inician mañana, 13 de diciembre, a las 14:00. Una misa se cumplirá en iglesia parroquial. Luego partirá una procesión al cementerio, donde será exhumado.