Senain usó en caso Balda a Inteligencia y Contrainteligencia

El lunes 16 de julio, Balda (der.) habló sobre la desclasificación de los informes de la Senain. Foto: API

El lunes 16 de julio, Balda (der.) habló sobre la desclasificación de los informes de la Senain. Foto: API

El lunes 16 de julio, Balda (der.) habló sobre la desclasificación de los informes de la Senain. Foto: API

La Secretaría de Inteligencia (Senain) montó dos operaciones especiales para seguir los pasos del exasambleísta Fernando Balda, en Colombia.

La primera fue ejecutada por tres agentes de Inteligencia, el 10 de mayo del 2012. Ese día, en Medellín, Balda se reunió en un foro con el expresidente colombiano, Álvaro Uribe.

Los tres policías de Inteligencia, entre ellos Raúl Chicaiza, principal sospechoso del secuestro del político, se infiltraron en el evento para conocer detalles del acto.

El mismo día y en el mismo lugar, otro grupo de tres agentes hacía labores de Contrainteligencia. Su misión era vigilar y obtener información de los temas que tratarían en la reunión, las resoluciones que adoptarían, quiénes eran los actores y los participantes.

Es decir, el grupo de Contrainteligencia no solo monitoreaba las acciones de Balda, sino también las de los agentes de Inteligencia, pues ellos formaban parte del evento.

Ese detalle está en la investigación que la Fiscalía realizó por el caso Balda, y que este miércoles, 18 de julio del 2018, cierra su instrucción fiscal.

En un informe, que fue desclasificado por la Senain, se explica cómo se preparó a los agentes para la Contrainteligencia del evento en Medellín.

En la parte de la logística se indica que el coordinador de Contrainteligencia, que en ese entonces era Iván Jarrín, debía “estimular” a los tres agentes “los sentimientos del deber y patriotismo con el Estado ecuatoriano a fin de conservar la disciplina del personal”.

Además, en el informe se establece que Jarrín debía mantener contacto con el supervisor de la operación vía telefónica. Para eso, en el documento oficial se detallan los números de teléfonos que tuvieron los tres uniformados.

Por ejemplo, el coordinador de Contrainteligencia usaba el 087126141, mientras que los otros tres agentes tenían las siguientes líneas: 087263463, 084909415 y 096803625.

Ahora, Balda busca una nueva estrategia jurídica para que la Fiscalía investigue esos números y a sus propietarios.

El exlegislador también dice que se debe aclarar si las dos operaciones fueron ordenadas por el exsecretario de la Senain, Pablo Romero Quezada.

Esto ocurre porque la firma del exfuncionario, quien actualmente vive en España, consta en el informe de la operación de Contrainteligencia.

Pero también Romero avaló la operación del equipo de Inteligencia, según Chicaiza. En junio pasado dijo que recibió disposiciones expresas de Romero para ir a Colombia.

La afirmación del ahora exagente de la Senain ha sido refutada por Stalyn Oviedo, abogado del exsecretario de Inteligencia. El jurista ha negado que Romero haya ordenado el traslado de Chicaiza.

Lo que sí acepta que ordenó fue la de Contrainteligencia y dice que era un operativo legal y “que estaba encaminado a traer a Fernando Balda en virtud de la extradición”.

Oviedo incluso manifiesta que de esa operación tenía conocimiento el expresidente de la República, Rafael Correa.

Pero el abogado del exmandatario, Caupolicán Ochoa, ha negado esas aseveraciones e incluso, este martes 17 de julio del 2018 en una rueda de prensa, dijo que espera que la jueza del caso declare el sobreseimiento de la causa por falta de pruebas en contra del exjefe de Estado, radicado en Bélgica.

Otra de las demandas de Balda es que la Fiscalía aclare si el agente Chicaiza conocía del equipo de Contrainteligencia que se desplazó a la reunión de Medellín.

Diego Chimbo, abogado del exagente de la Senain, afirmó este martes que su defendido no sabía que Contrainteligencia también estaba en Colombia. “Si lo hubiera conocido, lo hubiéramos dicho en nuestra cooperación con la Fiscalía”, señaló.

Para los abogados de Balda, estos hechos deben ser indagados a fondo, pues después de dos meses de la reunión en Medellín, a la que asistieron los equipos de Inteligencia y Contrainteligencia, el exlegislador fue secuestrado por desconocidos en Bogotá.

Ahora, con el cierre de la instrucción fiscal, las partes procesales deberán esperar que la Fiscalía pida fecha a la Corte Nacional de Justicia para la audiencia preparatoria de juicio.

En esa diligencia, la fiscal del caso, Ximena Mena, deberá emitir un dictamen en el que indicará si acusa o no a los procesados de este caso.

Entre ellos, al expresidente Correa, al exsecretario de Inteligencia Romero y al exagente de Inteligencia Chicaiza.

En contexto

En abril, la Fiscalía inició la investigación por el secuestro de Fernando Balda. Desde entonces se han tomado las versiones de más de 90 personas. Entre ellos exfuncionarios de la Secretaría de Inteligencia, Presidencia, Consejo de la Judicatura y Fiscalía.

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