Senado se encamina a aprobar informe que pide la destitución de Rousseff

Si el informe es aprobado, el proceso pasará a su última fase, lo cual supondría una nueva sesión que se convocaría para fines de agosto y en la que Rousseff será despojada del cargo si así lo decide una mayoría calificada de 54 senadores (dos tercios). F

Si el informe es aprobado, el proceso pasará a su última fase, lo cual supondría una nueva sesión que se convocaría para fines de agosto y en la que Rousseff será despojada del cargo si así lo decide una mayoría calificada de 54 senadores (dos tercios). F

Si el informe es aprobado, el proceso pasará a su última fase, lo cual supondría una nueva sesión que se convocaría para fines de agosto. Foto: AFP

El Senado brasileño se encaminaba el 9 de agosto a aprobar por clara mayoría un informe que pide la destitución de la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, en una maratoniana sesión que deberá concluir durante la madrugada de este miércoles.

Para la aprobación de ese informe, que acusa a Rousseff de una serie de irregularidades fiscales que califica de "atentado contra la Constitución", bastará una mayoría simple, que con asistencia plena al momento de la votación sería de 41 entre los 81 posibles.

Tras unas diez horas de debates, 30 senadores habían adelantado su intención de aprobar el informe, frente a 15 que anticiparon su rechazo. Sin embargo, entre los 36 que aún no se habían pronunciado se calcula que la gran mayoría es proclive a aceptarlo.

Si el informe es aprobado, el proceso pasará a su última fase, lo cual supondría una nueva sesión que se convocaría para fines de agosto y en la que Rousseff será despojada del cargo si así lo decide una mayoría calificada de 54 senadores (dos tercios).

En ese caso, el mandato que vence el 1 de enero de 2019 deberá ser completado por Michel Temer, quien como vicepresidente sustituye desde el 12 de mayo pasado a Rousseff, suspendida de sus funciones en esa misma fecha.

El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, quien dirige el trámite como garante constitucional del proceso, calculaba que la sesión duraría unas 20 horas, pero a fin de abreviarla hacía gestiones que llevaron a algunos parlamentarios a renunciar a su derecho de palabra.

Al abrir la sesión, Lewandowski subrayó la "delicada incumbencia" del caso y también que los senadores deberían actuar como "jueces", con "plena independencia", según sus "propias conciencias y las normas constitucionales", y despojados de "pasiones políticas".

El mensaje fue acatado en los primeros momentos, pero olvidado a a medida que avanzaba el debate, cuya temperatura subió hora a hora.

Uno de los legisladores que pidió la destitución de Rousseff fue Aécio Neves, quien preside el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y usó la tribuna en representación de otros diez senadores de esa formación, en un intento por acelerar la sesión.

Neves, derrotado por Rousseff en las elecciones presidenciales de 2014 por apenas tres puntos porcentuales, afirmó que el proceso ha demostrado la veracidad de la denuncia sobre la "irresponsabilidad" de la mandataria que hizo en aquella campaña.
"El país constata ahora lo que dijimos en 2014", pero también "quiere que aquellos que cometieron crímenes respondan por ello", así se trate de "la presidenta de la República, que no puede estar por encima de la ley", declaró.

Según Neves, "si jurídicamente los cargos ya están debidamente tipificados, también es verdad que esas irregularidades tuvieron efectos perversos sobre millones de brasileños", como el descalabro de la economía y "los 12 millones de desempleados de hoy".

La réplica más dura por parte de los defensores de Rousseff fue del senador Lindbergh Farias, del Partido de los Trabajadores (PT), quien denunció el proceso como "un golpe, una farsa y un fraude" a la Constitución.

"Si quieren lucha de clases, estamos preparados para combatir en el Parlamento y en las calles de este país", proclamó el senador del PT en uno de los discursos más encendidos de la sesión.

Farias incluso apeló ante el presidente de la Corte Suprema a fin de que "suspenda" el trámite hasta que se aclaren unas sospechas de corrupción que la revista Veja vertió el pasado fin de semana contra Temer.

Según Veja, el empresario Marcelo Odebrecht, condenado a 19 años de prisión en primera instancia por las corruptelas en Petrobras, ha pactado un acuerdo de cooperación judicial con miras a una reducción de pena y ha acusado a Temer de haber recibido dinero "en negro".

La revista sostuvo que Odebrecht confesó que en 2014 se reunió con Temer y pactó una "donación" para campañas electorales de diez millones de reales (USD 3,1 millones).

Ese dinero, según la versión de Veja, tenía origen en la red de corrupción que operó en Petrobras y Temer habría estado al tanto de eso, lo que no le impidió aceptar la "donación".

Lewandowski, sin embargo, descartó la solicitud del senador del PT y argumentó, desde el punto de vista jurídico, que las sospechas contra Temer "son ajenas" a lo que el Senado discute y no pueden "confundirse" con el juicio al que responde la mandataria.

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