Dos sembríos de coca fueron hallados en una semana en San Lorenzo

Redacción Esmeraldas

Sábado 12:18. El fuego quema rápidamente una pequeña llanta bañada en diésel y cubierta por 21 150 plantas de coca. El  humo que escapa  desde la tupida vegetación del bosque húmedo tropical del cantón San Lorenzo, en Esmeraldas, revela que algo ocurre en sus entrañas.

100 militares del Ejército  arrancan y amontonan las plantas de coca. Una tras otra, son apiladas para ser destruidas. Una patrulla del Batallón de Infantería Motorizada (Bimot) 13 Esmeraldas encontró este  sembrío el viernes pasado, cuando realizaba operativos de control rutinarios.

Inmediatamente, los militares informaron a la Fiscalía de la provincia y organizaron un operativo para destruir el cultivo  ilegal.

Con una cinta métrica en la mano, un agente fiscal, asistido por un policía Antinarcóticos y un militar, mide la plantación. Luego de hacer cálculos determina que son seis hectáreas de coca.

Las parcelas estaban distribuidas en cinco puntos, escondidas entre los frondosos árboles. Este sistema torna imposible su identificación desde las aeronaves.

El Fiscal, al igual que los militares, usa un casco y un chaleco antibalas color verde, para evitar ser víctima de posibles francotiradores en esta zona fronteriza, considerada de alto riesgo. En las tareas también participan una veintena de policías del Grupo GEMA.

El lugar es un minúsculo punto en el mapa, que está asentado a 300 metros del río Mataje, que divide  a Ecuador de Colombia.

Los uniformados lo ubican en números y grados en sus GPS. Pero, un campesino que habita en la casa más cercana a  los sembríos de coca comenta, un tanto nervioso, que el sitio no tiene nombre. Él afirma que está ubicado en  Corriente Larga cerca al recinto Vaya Viendo, en el lado ecuatoriano; y al barrio Caliente, de la vereda Puerto Rico, en Colombia.

El hombre de tez trigueña, de 35 años, asegura que trabaja como ‘motosierrista’, cortando árboles. Mientras habla sostiene entre sus brazos a su hija de ocho meses. Desde la puerta de la cabaña de madera y techo metálico, su esposa, mucho más joven, mira con desconfianza a los uniformados. “Mamita traiga los papeles”, le sugiere el esposo, para comprobar, con  documentos, que son ecuatorianos. Muestran una cédula y una papeleta de votación. “No conocemos a nadie por aquí”, responde el campesino a las preguntas de los militares.

Luego señala que el operativo le traerá problemas. “Como  vivo aquí creen que sabemos todo. Cuando se vayan los militares vendrán los dueños de los sembríos y me pueden acusar de sapo (informante). Pero qué puedo hacer. No tenemos dónde vivir. Por eso estamos aquí”, se lamenta.

Desde el lugar, ubicado en una pequeña loma, se observa el verde intenso de la vegetación en donde, incluso, se torna difícil caminar.

“Periódicamente realizamos recorridos por este sector que es de nuestra responsabilidad, a pesar de que la espesa vegetación y las condiciones geográficas dificultan nuestro trabajo, hemos obtenido buenos resultados”, sostuvo el coronel Wilson Salinas, comandante del Bimot  13, quien dirigió el operativo.

Efectivamente, Ecuador y Colombia comparten en la frontera norte 717 km. La seguridad de esa área está a cargo de la Fuerza de Tarea 1, comandada desde la provincia de Imbabura.

El control en  Esmeraldas es manejado por el Grupo de Tarea 1,4, al que el Bimot 13 pertenece.

“Estas hojas ya estaban listas para la cosecha”, dice el Fiscal. Él mide con un   escalímetro los 10 cm de largo que tiene una  hoja de coca, requisito indispensable para procesar cocaína.

Según el representante de la Fiscalía, en el sitio se cultivaba coca desde hace mucho tiempo e inclusive cree que  tenían planes para aumentar los cultivos  a 10 hectáreas. Sus comentarios se basan en   un vivero que fue encontrado cerca de la plantación.

Allí estaban  más de 10 650 plantículas, listas para el trasplante a tierra, organizadas en dos semilleros. Esas matas nuevas al igual que 1 600 tallos y 8 900 plantas maduras, fueron quemadas ayer en el operativo.

Este es el segundo hallazgo de sembríos  de coca que se realiza en Esmeraldas en una semana. El 1 de diciembre, personal de la Infantería de Marina también destruyó 400 plantas de coca que florecían en la parroquia Carondelet, en el cantón San Lorenzo.

A  pesar de que la cantidad de sembríos es mucho menor a la que existe en Colombia, las autoridades presumen que  poco a poco  Ecuador  está asumiendo el papel de   productor. “Ecuador ya no es solamente un sitio de paso para las drogas”, señala el Fiscal.

Las hojas de coca son la materia prima para fabricar el clorhidrato de cocaína, cuyo costo es de USD 40 000 el kilo en Estados Unidos y más de USD 60 000 en Europa.

Según las autoridades y expertos en el tema, con  cada hectárea de plantas de coca que se cosecha se pueden procesar  cerca de 5 kilos del estupefaciente.

El Plan Frontera 9

El 18 de noviembre  se inició el Plan Frontera 9, en el que se determinaron y delinearon algunos de los operativos que se realizarán hasta el 10 de enero de 2010.

Este plan se basa  en los resultados obtenidos en operaciones anteriores.  Además, se determinan las prioridades para cada sector y provincia.

Los equipos de  Inteligencia de cada unidad militar se encarga de recopilar información sobre pasos ilegales, presencia de grupos armados, sembríos de coca, entre otros datos.

Con esta información, se pueden realizar los operativos y evitar el tráfico de estupefacientes, la trata de personas, la violación a la soberanía. El control del orden interno fronterizo está a cargo de la Policía.

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