Manuela Cobo Quintana
Respecto al reportaje publicado el viernes 30 de octubre sobre los semáforos en Quito durante la noche, personalmente si veo que corro peligro me aseguro de no causar daño y paso.
Si a esa hora estaríamos seguros o hubiese policías o militares que cuiden nuestra seguridad pararíamos, pero si en el día estamos inseguros, peor por la noche en la ciudad botada.
No hay a quién pedir auxilio si nos pasa algo, hemos sido testigos silenciosos de que hoy es permitido robar a cualquier hora.
No se preocupen de quién se pasa un semáforo en la noche, preocúpense de la seguridad de todos, porque si nos ponemos a buscar culpables, es el mismo pueblo que con su voto no analizado permitió que esto ocurra.
Pido que nos den seguridad a toda hora; las leyes dan más seguridad a un delincuente que una persona honrada.
Nosotros generamos trabajo y pagamos impuestos, pero somos los que más peligro corremos a toda hora porque las leyes no son para los que trabajamos honradamente.
Deberían enviarles a abrir carreteras, a trabajar en el campo para que no falten alimentos, para que aprendan a trabajar. El peor mal es dar el pez antes que enseñar a pescar.