En la seguridad tiene que estar involucrada la comunidad. Todos debemos participar con propuestas para hacer de nuestros espacios más seguros. En el sector donde vivo, en la cooperativa Nueva Esperanza, en la entrada de la línea 8, estamos buscando la forma para contrarrestar la presencia de la delincuencia. Por ejemplo, empezamos a realizar rondas con grupos de moradores, turnándonos. Hacemos los recorridos en grupos de cuatro, por seguridad. Empezamos a las 21:00 y hacemos guardia hasta bien entrada la madrugada. Hacemos un poco como la Policía comunitaria, pero lamentablemente contamos con poco apoyo de la Policía. Tampoco tenemos un puesto de auxilio inmediato cercano.
Estamos gestionando que, al menos, nos coloquen un carpa con un policía motorizado. Mientras tanto, vamos a seguir con nuestra propia vigilancia.
No podemos detener a nadie, porque no podemos usar armas, pero basta con nuestra presencia para alejar un poco a los delincuentes. Sentimos que ahora vivimos un poco más seguros, que nuestras viviendas están más protegidas.