Hernán Salazar, el policía que supuestamente disparó la bomba lacrimógena que impactó en la cabeza del estudiante Édison Cosíos, fue detenido ayer en Perú y deportado a Ecuador.
Así lo confirmó Galo Chiriboga, fiscal general de la Nación, a la familia del chico que sufrió una grave lesión como consecuencia de la represión policial a las manifestaciones estudiantiles en Quito.
“No creo que llame para jugar con algo tan serio. Lo que queremos es que no se vuelva a escapar, que esta vez se haga justicia”, indicó Manuel Cosíos, padre de Édison, quien permanece internado en la sala de Terapia Intensiva del Hospital de los Valles, en Cumbayá.
La información sobre la detención de Salazar también fue ratificada por José Serrano, ministro del Interior, a través de una entrevista a una radio quiteña.
Sin embargo, Rigoberto Ibarra, abogado de la familia Cosíos, que lleva el proceso legal, se enteró de la noticia después de los padres del estudiante del
Colegio Mejía.
No obstante, el jurisconsulto indicó que se buscará que la audiencia se efectúe hoy, hasta antes de las 17:00, “porque la boleta de captura tiene validez por 24 horas y no queremos que quede libre”.
Salazar fue detenido en Perú con la ayuda del Gobierno de ese país, precisó Serrano.
La semana pasada, estudiantes del Mejía exigieron justicia en el caso de Édison Cosíos.