El Tribunal Segundo de Garantías Penales de Azuay sentenció ayer a seis años de reclusión menor ordinaria al policía Juan A., por homicidio inintencional del cuencano Edwin Barros.
El hecho ocurrió la madrugada del 2 de diciembre, cuando un grupo de policías realizó una persecución a un Chevrolet Blazer, conducido por Barros, de 21 años.
El operativo terminó con disparos y allí murió el joven. En las investigaciones se determinó que el proyectil (de una pistola 9 milímetros) que impactó en el cerebro de Barros pertenecía al policía Juan A.
Hace una semana, el Tribunal emitió dictamen acusatorio en contra del gendarme.
En cambio, Dennis Y., oficial de la Policía que ordenó ese operativo, fue absuelta.
Ayer, el Tribunal emitió la sentencia de seis años de reclusión menor. Por esa figura, el Código de Procedimiento Penal no da paso a fianza.
La familia Barros no acepta el fallo. Belén Velín, prima de Barros, cree que el implicado puede acogerse a la rebaja de pena por buena conducta y “saldrá en poco tiempo”.
Caupolicán Ochoa, abogado de la familia, apelará el dictamen ante la Corte Provincial de Justicia de Azuay.
Allí pedirá que se cambie la figura de homicidio inintencional por el asesinato y que se aplique la máxima pena de 25 años de reclusión.
Igual condena se pedirá para la subteniente Dennis Y., como superior de Juan A. Luego de la muerte, los familiares protestaron en las calles. Este hecho también provocó cambios en la cúpula policial del Azuay.