Con hermetismo se manejan las investigaciones sobre la desaparición de la niña Edith Carolina C., de 7 años.
La pequeña está desaparecida desde la mañana del viernes pasado. Sus familiares denunciaron ,en la Fiscalía, que la menor fue raptada a las 06:15 de ese día, cuando esperaba el expreso escolar, a una cuadra de la vivienda de sus abuelos paternos, ubicada en una de las manzanas de la segunda etapa de la ciudadela Floresta, en el sur de Guayaquil.
La pequeña vivía con sus abuelos paternos. Según el testimonio de un guardia del sector, la menor aguardaba el bus escolar junto con la abuela y su hermano menor, al final de un callejón a unos 80 metros de la vivienda .
El guardia contó a la Fiscalía que detrás del expreso escolar se parqueó un vehículo y de este se bajaron tres desconocidos quienes, según relató, raptaron a la menor frente a su abuela.
La familia, vecinos y amigos de la pequeña habían planificado una marcha, para el martes pasado, como apoyo para ubicarla. La actividad se suspendió horas antes porque los abuelos denunciaron que recibieron amenazas para no hacerla.
Washington C., abuelo de Carolina, dijo además que una de las llamadas era de una persona que se habría identificado como agente de Policía. El hombre habría pedido que suspendieran la marcha para no “entorpecer” las investigaciones.
Las indagaciones están a cargo de la fiscal Patricia Morán. La fiscal mencionó que el caso está en indagación previa y que, de momento, han dado su versión familiares y vecinos de la menor, así como uno de los guardias.
Sobre el pedido de no realizar la marcha, el fiscal Francisco Campodónico, a cargo de la Unidad Antisecuestros del Guayas, negó que desde esa dependencia se haya sugerido no marchar.
La familia y vecinos de la niña ya realizaron un plantón en el sector, el pasado domingo. Allí aprovecharon para repartir fotocopias con la imagen de la niña entre los transeúntes. “La suspensión de la marcha (del martes pasado) no significa que dejaremos de exigir que se busque a la niña. Marcharemos cuando hayan las condiciones. Necesitamos que la gente colabore con la familia”, indicó Angélica A., vecina de Carolina.
Los abuelos paternos de la menor desaparecida prefirieron no pronunciarse ayer sobre las investigaciones del caso que realizan la Unase y la Fiscalía