Hablaron para las radios y la televisión. Viajaron a Guayaquil y dieron ruedas de prensa. Todo, tras la muerte del hincha de Barcelona Michael Murillo, el domingo 4. Los ministros del Interior, José Serrano; y Deportes, Francisco Cevallos anunciaron la creación del denominado plan “Tarjeta roja a la violencia en el fútbol”.
Se habló desde la prohibición del ingreso, venta y consumo de bebidas alcohólicas en los estadios hasta dar seguimiento a los procesos judiciales iniciados por las agresiones en el fútbol.
Pero no es la primera vez que las autoridades de Gobierno se refieren a medidas para frenar los ataques, aunque estas no se cumplen por completo.
Hace ocho meses, el Gobierno anunció que creará el proyecto Cero tolerancia. Eso ocurrió tras el asesinato de Cristian Calvache, de 26 años, en el estadio de Liga.
El ministro Cevallos incluso presentó un acuerdo interministerial, el cual indica que solo pueden venderse bebidas de moderación hasta 10 minutos antes de un encuentro de fútbol.
¿Se ha cumplido esta disposición? Hasta el fin de semana, la venta de cerveza en los escenarios deportivos seguía. En Quito, la Asociación de Fútbol no Amateur de Pichincha (AFNA) lo reconoce y asegura que no hay controles.
En marzo, también se dispuso prohibir el ingreso de los seguidores que sean considerados peligrosos. En un informe difundido la semana pasada, el Ministerio del Interior habló de una lista en que constan 20 nombres. Pero en las últimas horas la AFNA habló de 200 y solo en la capital.
El domingo, en Guayaquil los hinchas usaban bengalas. Esa práctica continúa aunque en marzo pasado el Ministerio de Deportes pidió mayores controles que prohiban su utilización.
El papel de la Fiscalía
El 20 de mayo del 2010, la Fiscalía General del Estado suscribió la resolución 029-FGE-2010 y dispuso a sus agentes a acudir a todos los partidos de fútbol.
La idea era registrar los posibles hechos violentos e iniciar las investigaciones. Dieciocho meses después las medidas se cumplen parcialmente. El domingo, al estadio de Sangolquí, en donde jugaron Independiente y Emelec, no llegó ningún investigador.
[[OBJECT]]No obstante, ayer en la Fiscalía se dijo que sus funcionarios acuden “a todos los partidos de fútbol profesional a escala nacional”, incluso a los de la Segunda categoría. Pero AFNA confirmó que a estos últimos no acuden.
Un reporte de este organismo refiere que del 21 de mayo al 12 de septiembre de este año, los fiscales estuvieron en partidos de Primera división en Quito.
En el estadio Atahualpa, en donde jugaron El Nacional y Macará sí estuvo un agente. Pero personal de la Asociación de Fútbol no Amateur señaló que dejó el escenario inmediatamente terminado el partido.
Sin embargo, tras el cotejo hubo un enfrentamiento entre hinchas de El Nacional. El futbolista José Madrid fue golpeado.
En Guayaquil, al encuentro entre Barcelona y Liga arribaron los fiscales Nelson Vela y Francisco Poder. El primero se ubicó en las cámaras de seguridad de escenario deportivo (foto). Luego, ambos se reportaron “sin novedades”.
Otro agente de la Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) vigilaba los graderíos con binoculares.
David Baquerizo, presidente de la Comisión de Seguridad de Aso Guayas, comentó que la CSCG, adscrita al Municipio de Guayaquil, está también integrada al operativo de seguridad de los espectáculos deportivos.
Ordenanza municipal
Las autoridades del Municipio de Quito aprobaron la Ordenanza número 267 que se encarga de regular la seguridad de los espectáculos deportivos masivos.
El proyecto establece que se delimite un espacio de al menos 60 centímetros para cada aficionado, el cual deberá ser numerado.
La idea es que los aficionados adquieran sus boletos con anticipación y que la entrada tenga impresa la identidad del comprador (cédula de identidad y número de asiento asignado).
También se planteó instalar detectores de metales en los ingresos a los escenarios y crear un perímetro de seguridad alrededor de cada escenario deportivo. A este solamente podrá acceder la persona que tiene su tique.
Esta disposición todavía no ha sido ejecutada. De hecho, Jaime Molina, coordinador del Deportivo Quito, señaló que los equipos tecnológicos no han sido instalados y los controles se remiten únicamente al cacheo de policías.
El coronel Rodrigo Proaño, comandante del Distrito Eugenio Espejo (norte), donde funciona el estadio Atahualpa, señala que los agentes escoltan a las barras hasta puntos estratégicos donde no corren peligro. “Al menos 200 gendarmes trabajan en cada compromiso de fútbol”. En los encuentros de la Selección operan más de 1 000 policías, señala el oficial.
En medio de estos hechos, el Ministerio del Interior reveló que en entre el 2007 y el 2012 se han registrado cinco personas fallecidas: dos al interior de los estadios y tres en las afueras. Además, 74 detenidos y 46 personas heridas.