Testimonio:
[[OBJECT]]Una mañana, hace dos meses, al ir como todos los días a abrir mi local de DVD, vi que había vidrios rotos en la acera. Me imaginé que algo pasó en mi negocio, aunque no era el único en el sector. Junto a mi local había un karaoke y al otro lado, un restaurante. Es un sector bastante comercial, en el norte de Quito.
Al llegar, precisamente observé que la puerta de metal estaba forzada y la de vidrio, rota. El local, que estaba ubicado en plena avenida principal, contaba con una puerta de vidrio como acceso delantero, a la que cubría supuestamente por seguridad una puerta de metal con diseños.
El espacio no era muy grande. Tenía un baño al fondo y una ventana en la parte posterior, que daba al parqueadero del edificio.
Al ingresar encontré decenas de DVD botados en el piso, las estanterías en donde los colocaba estaban dañadas, se habían llevado mi computador y también una TV LCD que adquirí para que los clientes probaran sus películas.
Se llevaron casi todo lo de mayor costo. Incluso rompieron la caja y sacaron todo el dinero que estaba allí. Por suerte, el día anterior al robo había depositado con mi madre, que es quien pasaba conmigo en el negocio, las ventas de la semana y lo que se sacaron de ahí fueron USD 30.
Además de la caja, los delincuentes se llevaron USD 3 500 en aparatos. La inversión total para instalarlo fue de casi el doble. Pero más allá de eso, una situación así deja por los suelos a cualquier persona, sobre todo si uno recién está empezando a salir con eso y paga cuentas y deudas.
Antes de instalarlo me endeudé en USD 7 000, para todos los gastos que se requiere. Luego de que me robaron no pude pagar las cuotas mensuales del crédito y tampoco tenía para vivir. Lo que había depositado en el banco los días anteriores sirvió solo para ese mes y para poder recuperarse toma tiempo. Además que se debe tomar en cuenta que con local y todo se vive alcanzado.
Me dedico al comercio desde hace tres años. Pese a que tengo un título de educación superior, por falta de trabajo he salido adelante vendiendo diversos artículos en locales.
Es terrible ver como día a día estas cosas pasan. Fui a poner la denuncia y me llamaron hace un mes para preguntarme si quería continuar con el proceso, cuando me parece que es obvio.
La justicia y las leyes lamentablemente en este país no existen y si existen no sirven, pues siempre favorecen a los delincuentes y no a las personas que nos dedicamos a trabajar para vivir.