Andrea C. denunció a su conviviente el 14 de mayo del año pasado. Él se llevó a su hija que entonces tenía 1 año, sin su consentimiento, de Guayaquil a otra provincia.
El maltrato psicológico que ella vivió durante el tiempo que convivió con Miguel B. la obligó a tomar la decisión. Él quería volver con ella y se llevó a la niña con la intención de que lo perdonara .
A esta figura se la denomina, según el Código de la Niñez y Adolescencia (CNNA), retención indebida. Ocurre cuando un menor de edad es trasladado a otro sitio por uno de los progenitores sin el consentimiento de su pareja.
Agentes de la Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) consultados por este Diario indican que este fenómeno ocurre principalmente cuando los niños o niñas son llevados a otras provincias o ciudades del Ecuador por sus padres.
Este no es el único caso que se registró a escala nacional. Según datos de la Dinapen, en los dos últimos meses del año pasado y enero del 2014 hubo 93 hechos de este tipo.
La mayor parte se reportó en Guayaquil, ciudad en donde Andrea denunció a su exconviviente por llevarse a su hija. El abogado de la mujer, Marco Toledo, señala que este fenómeno “es frecuente” y la mayoría de casos son de mujeres que denuncian a sus parejas por temas sentimentales. “Se da cuando ellas abandonan a sus maridos por maltratos y estos quieren retomar la relación que se rompió. Generalmente, ellos buscan en sus hijos un chantaje emocional para volver con sus esposas. Así surgen los problemas”, precisa Toledo.
Andrea se demoró más de un mes para recuperar a su pequeña porque él se negaba a entregarla. Por eso, la Unidad Judicial especializa en Niñez y Familia, en donde Andrea presentó la denuncia, ordenó la detención de Miguel B. y el allanamiento de la vivienda en la que supuestamente retenía de forma indebida a su hija.
Sin embargo, él decidió entregarla por su cuenta y la jueza revocó la orden de ingreso a la casa del hombre para recuperar a la pequeña.
¿Qué deben hacer las afectadas o afectados cuando sus parejas se llevan a sus hijos a otras ciudades o provincias del país? Los agentes de la Dinapen recibían las denuncias de mujeres afectadas la mañana del jueves pasado, en el quinto piso de un edificio ubicado en el centro de la capital.
Uno de ellos explicó que si alguien tiene un problema similar al de Andrea, lo primero que debe hacer es presentar la denuncia en la Policía o directamente en la Fiscalía, para que se inicien las investigaciones.
Para evitar problemas legales, el agente recomienda a los padres que dialoguen antes de llevarse a los menores. “(Las retenciones indebidas) no duran más de 15 días. Si pasa ese tiempo se presume que es algo más serio como un rapto. Ahí pueden darse tintes delictivos”.
De hecho, según estadísticas de la Dinapen, 134 denuncias por rapto de menores por parte de uno de sus padres se reportaron entre noviembre del año anterior y enero del 2014. “En estos casos pasa lo mismo. Son temas sentimentales porque ellos afirman que las mujeres se descuidan de los pequeños por estar con sus nuevas parejas. El 90% de casos se da por aquello y ahí es cuando se llevan a los niños”, asegura el policía.
¿Cómo se sanciona la retención indebida en Ecuador? Según el artículo 125 del CNNA, quien retenga indebidamente al hijo o hija cuya patria potestad, tenencia o tutela han sido encargadas a otro, o que obstaculice el régimen de visitas, “podrá ser requerido judicialmente para que lo entregue de inmediato a la persona que deba tenerla. Quedará obligado a indemnizar los daños ocasionados, incluidos los gastos causados por el requerimiento y la restitución”.
Si no se cumple esta orden, el juez puede decretar el apremio de la persona que tiene al menor. Además, se ordena el allanamiento del inmueble en donde se encuentra el niño o niña para la recuperación.
Otra figura que se da es la de secuestro parental. En estos casos, uno de los progenitores se lleva a sus hijos al exterior sin el consentimiento de sus parejas. 122 casos como este se han registrado a escala nacional desde el 2008 hasta el 2014.
Testimonio: María de Lourdes Mejía, dirigente de la Asociación de Desaparecidos
‘No veo a mis nietos hace 4 años’
Desde la desaparición de mi hija no he podido ver a mis nietos. Desconozco su paradero meses antes que se perdiera todo rastro de mi hija. Han pasado cuatro años y, ahora, ellos ya no me quieren ver. El mayor tiene 13 años y su hermanito 11. Antes de que se los lleve el papá eran muy cariñosos conmigo, jugaban con su madre y siempre hacían travesuras. Los últimos años no he intentado acercarme. La familia paterna me dijo que no me quieren y que me tienen miedo. Pero yo quiero que me ayuden a recuperarlos porque son mis nietos y los amo. Ellos tienen que saber que tenían una mamá que los amaba, no los dejó, sino que alguien se la llevó.