Los controles para evitar robos en las camaroneras del país se refuerzan. Esto, luego de que el martes pasado fue asaltada una lancha rápida que transportaba seis toneladas del producto, en la isla Puná (golfo de Guayaquil).
20 encapuchados, armados con ametralladoras, a bordo de lanchas rápidas, asaltaron a una embarcación, informó La Cámara Nacional de Acuacultura.
fakeFCKRemovePor eso, los operativos se incrementaron en los retenes de Puerto Bolívar, Hualtaca, Jelí, Bajoalto y Las Casitas. Desde ellos, un grupo de infantes de Marina, a bordo de guardacostas y lanchas rápidas, parten hacia las piscinas camaroneras para vigilar que no haya asaltos .
Esos patrullajes incluyen al archipiélago de Jambelí, donde, según los informes de la Marina, se presume que escapan quienes asaltan a los productores. Además, la Policía prevé instalar otro retén en Las Huacas (norte de dicho archipiélago).
Los robos se dan con mayor frecuencia en Puerto Bolívar, Huaquillas y Hualtaco, en El Oro; y en Pedernales y Guayaquil. En el sur, Jambelí es uno de los sectores más vulnerables.
“Las camaroneras que están en las islas son las más asaltadas, desde la Punta del Faro (extremo norte, frente a Puerto Bolívar), hasta el sur, cerca a la frontera con Perú”, menciona Rafael Córdova, vicepresidente de la Cámara de Productores de Camarón de El Oro.
El dirigente calcula que, en este año, los robos son más de 100. “Y deben haber más, pero muchos camaroneros no denuncian por temor a represalias”.
Los asaltos como el del martes pasado los cometen bandas organizadas que, de acuerdo con las investigaciones de la Policía y la Marina, operan en el estero Huaylá, en Puerto Bolívar.
En julio pasado, la Policía Judicial de Machala y el Comando de Guardacostas detuvieron en esa zona al presunto cabecilla de una de las bandas identificadas. Y, en un sector conocido como La Barraca, en el mismo estero, se recuperaron cuatro embarcaciones robadas.
La Marina y los camaroneros prueban un sistema de alarmas que opere entre las lanchas patrulleras y las plantas productoras. “Es un botón de pánico. Con este, el perjudicado puede avisarnos sin que los delincuentes se percaten”, dice Armando Elizalde, capitán de Puerto Bolívar.
El sistema está a prueba y, dependiendo de los resultados, la Capitanía espera que sea implementada por los camaroneros.