Víctor R., fiscal inculpado por supuestamente acosar sexualmente a una estudiante en Santo Domingo, fue trasladado ayer a la cárcel número 4 de Quito.
El judicial llegó a las 18:30 en una ambulancia desde la clínica Santa Anita, en la provincia tsáchila.
El pasado viernes, Víctor R. anunció su renuncia desde esa casa de salud. El juez primero de lo Penal, Joaquín Lara Potes, dictó prisión preventiva en su contra por supuesto acoso sexual a una joven de la universidad donde labora.
Tras su detención (el miércoles pasado) presentó un cuadro de presión alta y fue internado en la clínica privada. Ayer dio su versión de los hechos ante los medios de comunicación. Dijo que se trataba de una trampa y que era inocente.
El ex funcionario también pidió a la Fiscalía que observe las actuaciones del fiscal Víctor Hugo Alcívar, quien estuvo al frente del operativo de detención del funcionario.
Según Vinicio R., su colega tendría una relación con la denunciante y el caso se habría planificado por una “venganza”.
La joven universitaria dijo que sí tuvo una relación amorosa, pero en el pasado. “Sigo comunicándome con él (Alcívar), pero ya no tengo absolutamente nada, porque tengo mi novio”.
El testimonio de la joven consta en el acta de la audiencia de calificación de flagrancia que se desarrolló el jueves.
El fiscal general Subrogante, César Morales, llegó desde Quito el jueves a Santo Domingo para observar el proceso. Dijo que habría cero tolerancia con los funcionarios de la Fiscalía que hubieren cometido faltas a la Ley.
Vinicio R. cuestionó la celeridad con la que se ha obrado en este caso. “Existen otros procesos con gente que en realidad es peligrosa para la sociedad ecuatoriana y a ellos ni siquiera se les ha ordenado una medida cautelar”.
Los Derechos Humanos –agregó el viernes- ya tienen conocimiento de mi situación y no vamos a permitir que se dañe mi buen nombre. Según Morales, Vinicio R. estaba bajo la lupa de la Secretaría Nacional de Transparencia desde hace varios meses.