Un mes antes del secuestro, Orlando Sigifredo Ibarra triunfó en la Copa Tedasa. Este es un campeonato de tractomulas, que ese año se desarrolló en Cuenca.
Ese día se ganó USD 700 con su camión de marca Kenworth. Esas escenas están recogidas en el blog Nordiesel, que difunde noticias del transporte pesado. A esta competición llegó con una carrera previa en Cali. Esta se realizó el 27 de junio del 2010. Allí se ubicó en el puesto 14, de 37.
Era aficionado a las carreras con los cabezales. Pero la rutina cambió el 2 de agosto de ese año, cuando en Ipiales (Colombia) fue secuestrado por desconocidos.
Estuvo 766 días en cautiverio, hasta que el fin de semana logró escaparse junto con un guerrillero colombiano del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La mañana de ayer, el empresario ecuatoriano apareció junto a militares armados. Lo hizo a las 09:30, cuando con cabello largo y botas de caucho llegaba a Bogotá desde Tumaco. En Quito, 35 trabajadores de la empresa que manejaba antes del plagio se alistaban a recibirlo en la Base Aérea.
Wilson G. es uno de sus amigos. Ayer recordó que en diciembre del 2010 también fue detenido y lo rescataron 41 días después. “Yo viví en carne propia eso. Estuve encadenado a un árbol y sufrí maltratos. Por eso me alegra la liberación de este buen hombre”.
Jorge Río, subgerente de la compañía, recordó ayer su última cita con Ibarra. Fue en julio del 2010, días después de la carrera en Cuenca. El empresario asistió a la reunión de gerentes en Ipiales y dice que lo hizo a su estilo: pantalón de casimir y camisa, pero sin corbata ni chaqueta.
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En manos del ELN.
Al llegar a Bogotá, Ibarra reveló duras escenas. Aquí su relato: “Pasé en cautiverio, privado de la libertad, y vi toda la injusticia que cometen los señores del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra los campesinos. Porque es una injusticia que resulta muy lastimera al verla. Me siento triste y muy apenado (por esto). Y, a la vez, ahora estoy muy feliz porque Dios siempre estuvo conmigo. El secuestro se produjo en el Municipio de Ipiales.
Ocurrió en la oficina del trabajo. Llegaron unos cuatro o cinco encapuchados y se dio una emboscada. Fue cuestión de segundos. Tengo entendido que ellos pedían dinero. La liberación se produjo así: nosotros nos íbamos a movilizar desde un campamento hasta otro. Entonces, comenzamos a caminar. Salió un compañero, un enviado de Dios, y seguía avanzando. El resto de la tropa iba atrás. Él me dijo ‘¿Usted quiere irse para su casa?’ Entonces, le dije: Hermano, no me mame gallo.
Él respondió: ‘Hagámoslo ahorita’. Llevamos el equipo y empezamos a caminar y caminar hasta llegar a un lugar en el que había señal de celular.
Él llevaba un teléfono. Marcamos al número de la Armada y no demoró mucho el Ejército en llegar al sitio. Por lo cual estoy muy agradecido con el señor Ministro de Defensa (de Colombia), que me imagino que sabe y, como no, al señor Presidente de la República.
¿Cómo me trataron los guerrilleros? La comida era la de un simple campesino. Obviamente, permanecí encadenado los primeros 48 días, durante las 24 horas.
Para tomar un baño o ir a la letrina había que estar con las cadenas. Luego, fue solo en las noches. Desde junio del 2012 ya dejaron de encadenarme.
¿Qué objetos le permitían tener los guerrilleros? Nos movilizábamos de manera permanente. Y cada tres días nos movíamos a otros sitios. Me facilitaron un radio que me permitió enterarme de las noticias. Tenía algunos cuadernos y libros. Y, lo más importante, la Biblia, que logré conseguirla en un campamento.
Ellos me dijeron que me secuestraron por dinero y, lamentablemente, por la codicia que tienen estos señores. Codicia que, lamentablemente, terminó con la vida de mi padre. Él fue asesinado el 31 de enero del 2012, luego de que pagó el rescate. Pero ellos siguieron pidiendo más dinero.
Esto es ambición y no se trata de ninguna lucha por el pueblo.
Desconozco hasta ahora cuánto pagó mi papá, porque allá no informan de nada. Yo me enteré de la muerte de mi padre en la radio, al día siguiente. Una emisora ecuatoriana dio la noticia. En el cautiverio estuvimos por los municipios de Samaniego, Barbacoas, Ricaurte. No vi a otras personas secuestradas. Estaba solo”.
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La llegada a Quito.
El recibimiento fue ensordecedor. Las bocinas de cuatro tractomulas, que se estacionaron fuera de la Base Aérea de Quito, anunciaban que Orlando Ibarra estaba en suelo ecuatoriano.
Eran camiones que pertenecían a Transcomerinter, la compañía de su padre, asesinado en enero de este año. A esta terminal, el ecuatoriano llegó pasadas las 19:00 en el vuelo 525 de Tame desde Bogotá. Los grandes camiones eran parte de una calle de honor para el carchense.
En una furgoneta de Migración, Ibarra salió una hora después acompañado de una decena de sus familiares más cercanos que vestían una camiseta blanca con la imagen del empresario de hace dos años (cabello corto y sin barba) y la frase “justicia”. “Mechas (como lo llaman), te queremos”.
Sus primeras palabras fueron para agradecer a Dios. Su madre necesitó un vaso de agua para mantenerse. La bebió con ímpetu mientras su hijo hablaba.
SU VIDA EN 30 LÍNEAS
Fue diputado y quería ser consejero
Orlando Ibarra es un administrador de empresas. Tiene 39 año y antes del plagio era gerente de Transcomerinter.
Esta es una empresa carchense de transporte que opera en Ecuador, Colombia y Perú. Desde hace 10 años, su oficina se ubicaba en Ipiales (Colombia).
Fue allí donde en el 2010, desconocidos lo secuestraron y también donde asesinaron a su padre Orlando Sigifredo Ibarra. Este hecho ocurrió a inicios de este año.
Nació en Tulcán y es el mayor de cuatro hermanos. En el 2007 optó por la política.
En ese año fue diputado por Carchi (Prian). Pero en esa ocasión los legisladores estuvieron en sus cargos apenas tres meses.
Dos años después, el empresario volvió a intentar entrar a la política. Buscó la viceprefectura de Carchi, pero no logró su objetivo.
La cronología
02/08/2010
El ecuatoriano Orlando Sigifredo Ibarra Sarmiento fue secuestrado presuntamente por miembros de la ELN, el 2 de agosto del 2010, en el Municipio de Ipiales (Colombia).
26/06/2011
Sospechosos atacaron la empresa que manejaba el ecuatoriano secuestrado. Los familiares dijeron que puede ser una represalia por la presión para pedir que Ibarra sea liberado de inmediato.
31/01/2012
El padre de Sigifredo fue asesinado por desconocidos. Esto habría ocurrido luego de que pagara una suma de dinero para la liberación de su hijo. Esa información la dio a conocer la mañana de ayer el liberado.
09/09/2012
Con la ayuda de un guerrillero del ELN, Sigifredo Ibarra escapó del grupo luego de haber estado secuestrado más de 766 días. Anoche tenía previsto llegar a la Base Aérea de Quito.