Orlando Grefa, el prefecto quichua, despacha en el moderno edificio localizado al norte de Lago Agrio. Viste con sencillez: camisa blanca de mangas cortas y pantalón azul. El 31 de julio del 2009 asumió el cargo y no ha dejado de trabajar en una obra que le quita el sueño: la conclusión del inmenso puente colgante sobre el río Aguarico. Ha avanzado en un 62%; están listas las dos torres y los cajones de anclaje. Tiene 440 metros de largo (es el más grande de la región) y 85 de alto, desde la base.Con entusiasmo, el Prefecto quichua dice que el puente es necesario para avanzar en el eje vial Manta-Manaos. El puerto Providencia, vital para ir a Manaos por medios fluviales, se halla en Sucumbíos. El puente, cuya construcción comenzó en el 2008, requiere de 10 millones de dólares para su conclusión. Grefa confía en que el presidente Rafael Correa lo apoyará, ya que también unirá a Lago Agrio con el Coca (dos gabarras trasladan a los autos por el Aguarico, a un costo de 1,50 dólares).Grefa, además, cifra sus esperanzas en el turismo, porque Sucumbíos ofrece bellos parajes de ríos y cascadas y dos reservas inigualables: Limoncocha y Cuyabeno. En la zona habitan los cofanes, quichuas, secoyas y sionas que de a poco se integran al turismo comunitario.Vinicio Vega, encargado de asuntos fronterizos, destaca los lazos binacionales que se van tejiendo. Ya se formaron ocho mesas de trabajo conjunto entre Sucumbíos y Putumayo (Colombia). Entre otras son: turismo, gestión ambiental, vialidad y transporte, comercio exterior. Vega también apuesta por la organización de un distrito aduanero, en el puente fronterizo del río San Miguel, que crearía 2 000 plazas de trabajo y aportaría grandes recursos al Estado.