Eran las 19:30 de anteayer. Los ocho agentes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) pararon a un Volkswagen Golf con cinco personas que circulaba en La Mariscal (norte).
“Atención señores. Por favor bájense del vehículo para verificar sus documentos e inspeccionar el auto”, les dijo un agente en voz alta. En ese momento, los uniformados cachearon a los pasajeros y revisaron que en el interior del auto no haya armas, drogas u otros objetos considerados peligrosos.
Ese fue uno de los procedimientos que adoptaron las unidades de élite de la Policía anteayer durante el primer operativo del Plan integral de lucha contra la inseguridad, en Quito. En este participaron 160 uniformados, en los sectores: Belisario Quevedo, La Mariscal, San Juan y Jipijapa, a partir de las 18:50. Según el oficial del GIR que dirigió las operaciones en La Mariscal, las zonas fueron escogidas de acuerdo al mapa de georreferenciación del delito.
Para Edwin Merlo, director de la Facultad de Seguridad de la Universidad Javeriana, la medida no es la solución para frenar la inseguridad. A su juicio, lo que se requiere es más trabajo con las unidades de Inteligencia de la Policía para investigar. “Los grupos de élite están preparados para trabajar en los casos considerados extremos como secuestros y dar golpes duros a bandas delictivas”.
Él cita como ejemplo a los Grupos de Operaciones Especiales de España. “Esta unidad tiene pocos uniformados, pero se encarga de resolver casos muy conflictivos que requieren hasta helicópteros. No digo que los grupos de élite de Ecuador no puedan salir a patrullar las calles, pero deberían asignarles tareas más específicas”.
A las 18:50, otro grupo del GIR se encontraba en San Juan realizando las mismas funciones.
Los policías recorrieron las zonas consideradas vulnerables en dos camionetas. En estas observaban a los transeúntes y analizaban los perfiles de personas y vehículos considerados sospechosos.
“Por ejemplo, si en un automóvil se movilizan más de tres personas, se las hace parar para verificar de que no se tratan de delincuentes. Lo que sucede es que existen bandas delictivas que operan de esa forma”, señaló.
También identifican los perfiles de acuerdo con los rasgos físicos de las personas. “Los extranjeros considerados sospechosos tienen rasgos físicos diferentes a los de los ecuatorianos. A través de esos perfiles procedemos a realizar la inspección”, admite.
Las patrullas recorrieron las calles principales y avenidas de los sitios donde les asignaron. En La Mariscal, transitaron por los sitios donde existe afluencia de extranjeros y en donde trabajan los agentes del Grupo Operativo Motorizado (GOM) y militares.
¿Por qué los grupos de élite operan en La Mariscal si ya existe presencia policial y militares armados en la mismo sector?
Un agente del GIR señaló que la labor de los grupos de élite solo es preventiva en el Plan integral de lucha contra la inseguridad.
“Nosotros apoyamos a las unidades especiales de las Policía Comunitaria y al servicio urbano. En el sector hay cerca de 100 uniformados con quienes nos comunicamos por radio y acudimos a los lugares donde se suscitan los problemas, pero si ocurre un inconveniente en otro punto del norte, avanzamos hasta allá para ayudar a otros compañeros”, manifiesta.
No obstante, Merlo indica que la disuasión no existe. “Yo he visto a militares con fusiles en la vía pública y los asaltos continúan. Utilizar al GIR y GOE tampoco es la solución porque tienen pocos uniformados”, manifestó.
Los datos del Observatorio de Seguridad Ciudadana señalan que, de enero a abril del 2010, se han reportado 3 418 denuncias de robos a personas, en Quito. 1 738 fueron en la Administración Norte, donde está La Mariscal. El sector también registra el mayor índice de delitos contra la propiedad con 596 casos.