El 23 de octubre pasado Efraín M., un comerciante de ropa de Guayaquil, sufrió un secuestro exprés cuando viajaba en un taxi informal, junto con su esposa, desde su negocio hasta su vivienda. La pareja fue interceptada a mitad del recorrido, por otro vehículo, en las calles 6 de Marzo y Letamendi. Tras ser golpeados y permanecer retenidos por dos horas, los esposos fueron abandonados en un lugar apartado de la ciudad.
Los delincuentes les robaron la mercadería, USD 550 en efectivo y las tarjetas de crédito. Un mes después, el 29 de diciembre, Efraín M. reconoció a sus asaltantes, cuando estos fueron presentados a la prensa, por otro delito.El afectado puso la denuncia en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), pero desde entonces no sabe cómo avanza su caso. “El fiscal al que se asignó la investigación, Stalin Coca designó un agente de la PJ. He seguido por más de un mes la denuncia, pero no me dan resultados”, dice el afectado.
Según un diagnóstico elaborado el año pasado por el Departamento de Planificación y Gestión de la Policía Nacional, en el 2009 en Guayas la PJ resolvió el 6,8 % de las 37 124 denuncias presentadas en la Fiscalía. En esta provincia, de los 52 casos asignados en promedio por agente judicial, cada uno resolvió 3,5 casos.
En Guayaquil, el año pasado se registraron 42 269 denuncias en la Fiscalía, según el reporte anual que elabora la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).
Ante el incremento de delitos, la PJ-G busca adaptarse a los cambios en la Fiscalía, que reestructuró las unidades investigativas especializadas y creó otras.
Un ejemplo es la nueva Unidad de Patrimonio Ciudadano, que reemplazó a la de Delitos Contra la Propiedad. Este tipo de ilícitos (robo común, hurto, robo a casas, negocios, bancos y vehículos) es elevado. Fueron el 22,2% del total de denuncias receptadas en la Fiscalía del Guayas en el 2010.
El jefe de la PJ-G, Nelson Villegas, dice que, antes de los cambios se analiza “si se aumentará el número de uniformados para esas nuevas unidades fiscales”.
En Guayas existen 130 fiscales, incluidos los 90 asignados solamente para Guayaquil. Los fiscales están distribuidos en las cuatro dependencias del Ministerio Público en esta ciudad.
En el noroeste, la Fiscalía tiene una oficina adjunta a la sede de la PJ-G, en la avenida Portete y Barcelona. Allí funcionan las unidades fiscales de Garantías y Personas, Patrimonio Ciudadano, Intervención Inmediata, y Fe Pública.
El último incremento de agentes para la PJ-G fue el pasado 4 de marzo, cuando se incorporaron 163 uniformados.Según el Plan Estratégico de la Policía Judicial 2010-2014, entre sus objetivos están incrementar el personal en cada una de las unidades, poner en funcionamiento programas de capacitación específica en temas de investigación técnica, judicial y científica y lograr que el personal se ubique y mantenga de acuerdo a la capacitación.
En su sede principal, la PJ-G tiene las unidades de Delitos Contra la Propiedad, Contra las Personas, Delitos Mayores, Automotores, Misceláneos, Flagrantes, de Inteligencia Antidelincuencial, y de Capturadores.
En el departamento de Criminalística, ubicado en otro sector de la urbe, se observa un mayor grado de especialización. La unidad, ubicada en el sector de Mapasingue, en la vía a Daule, la conforman 73 agentes.
El cabo segundo Méntor Sánchez, de la Unidad de Inspección Ocular, asegura que el equipo que utilizan en los peritajes es uno de los más modernos. “Contamos con un microscopio que sirve para comparar los micro rayados de las armas de fuego. La información se graba en un sistema informático y se almacena en una base de datos, los que luego se pueden cotejar”, explica el agente.
Criminalística hace peritajes forense, ocular, de balística forense, identidad humana, identidad de grabados, documentología, y de química forense. El cabo Sánchez dice que Balística es una de las áreas más ocupadas, por la gran cantidad de crímenes en la ciudad. Allí se realiza un promedio de 10 exámenes al día. “Es complicado y exhaustivo”, dice.
Otro agente de esa unidad confiesa que el personal para esas tareas es poco, “porque en Guayaquil el trabajo es bárbaro”. A cada escena del crimen acuden tres agentes: un especialista registra la información y dos colaboran.
La fiscal Luz Paz y Miño, de la Unidad de Patrimonio Ciudadano, menciona que el trabajo de estos agentes es indispensable, cuando se trata de determinar delitos mayores.