Cinco disparos se escucharon a las 22:45 del sábado, en la intersección de la avenida Amazonas y Calama, sector de La Mariscal (norte de Quito). Las personas que se encontraban allí se conmocionaron al ver que una mujer descalza y ensangrentada en la pierna pedía a gritos que la ayudaran.
Según testigos, ella habría estado dentro de un automóvil rojo con una amiga y un hombre. En ese momento, dos individuos que iban en una motocicleta abrieron fuego contra ellos.
“Salimos a comer y al llegar pude ver que un hombre con un casco negro nos apuntó con un arma y nos disparó”, relató la chica, la tarde de ayer, en la audiencia de calificación de flagrancia.
La noche fatídica, la mujer, herida, fue trasladada a una clínica de Quito. Recibió un impacto de bala en su pierna, pero fue dada de alta cerca del mediodía de ayer.
Ella contó todo lo ocurrido durante la audiencia, que duró alrededor de una hora y media en la Policía Judicial de Pichincha (PJ-P), norte de Quito.
Pero la otra mujer no corrió con igual suerte. Tres proyectiles le impactaron en una pierna. Se encontraba en el asiento trasero del automotor; las heridas le causaron la muerte horas más tarde en una casa de salud.
El conductor del automotor también falleció de un tiro a la altura del corazón, según la Policía.
Álex Romero, jefe encargado de la Unidad de Vigilancia del Circuito de La Mariscal, dijo que tras la balacera, dos motociclistas intentaron escapar, pero que un motorizado que patrullaba la zona comenzó a perseguirlos.
“En la persecución, los desconocidos chocaron contra una camioneta y fueron detenidos”, añadió el uniformado. El estrellamiento causó heridas a uno de ellos en el cuello y en una pierna.
Ellos fueron llevados a dos casas de salud distintas de la capital.
Luego de ser atendidos, los armados fueron trasladados al edificio de la Policía Judicial, donde permanecerán hasta hoy.
Los agentes dijeron que se hallaron evidencias: una pistola marca Taurus de 9 mm, un casco negro, la motocicleta, una alimentadora con cuatro cartuchos y teléfonos celulares.
En la diligencia, los sospechosos se presentaron con las batas que les dieron en los hospitales. Según el informe médico, uno de los inculpados tiene fracturas en el cuello , pierna y tendrá que someterse a una operación.
Tras la audiencia, el Juzgado de turno ordenó la prisión preventiva en contra de los detenidos e inició una instrucción fiscal de 30 días por el delito de asesinato.
Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al departamento de Medicina Legal, donde hasta la tarde de ayer permanecían sin ser identificados por familiares.