Desde hace 20 años tengo un puesto de venta de golosinas, sánduches y comidas ligeras. Trabajo con mi esposo y somos parte de una asociación de vendedores. En el lugar donde trabajamos, con frecuencia hay robos.
Somos gente pobre y no tenemos otra forma de ingreso que nuestro puesto de comida. Sin embargo, hemos sido víctimas de la inseguridad algunas ocasiones, por ejemplo, el año pasado nos robaron cuatro veces.
Ya no sabemos qué hacer, siempre ingresan al negocio en las noches. La última vez que nos robaron fue hace un mes. Mi esposo supuestamente dejó bien asegurada la puerta del local.
Al siguiente día, cuando llegamos, observamos que la puerta de madera ya no estaba y la ventana tampoco. Al parecer habían pateado las tablas y se llevaron toda la mercadería que teníamos en ese momento.
En esa ocasión se llevaron más de USD 100 en productos como yogures, chitos, chifles, cigarrillos, etc. En ese momento me sentí muy mal. Lo que no alcanzaron a llevarse estaba regado en todo el piso, tuvimos que limpiar todo el desastre. A mi parecer, las personas que realizan los robos son arriesgadas. En una ocasión llegaron a sacar todo el techo para ingresar a robar. En la noche entraron y se llevaron todo lo que había dentro de mi negocio.
Sin embargo, hemos tenido suerte de que no se lleven cosas valiosas como la refrigeradora o los mostradores. Lo peor es que pensamos que las personas que nos roban son gente que en el día nos amenazan con machetes.
Mi esposo y yo somos personas mayores y lo que ganamos lo utilizamos para comprar medicamentos para un niño que vive con nosotros y está enfermito.
A veces he pensado en ir al Municipio para que me ayuden a reubicar mi puesto en otro lugar porque ya no soporto los múltiples robos. No hemos denunciado ninguno de estos hechos por miedo a que nos hagan daño.
Ahora compro poca mercadería para no ser robada. Tengo pocas cosas que vender a la gente. Antes los mostradores estaban llenos. Para tener otros ingresos tuve que iniciar otro negocio y cambiar el servicio que doy.
Vendo bebidas calientes desde las 06:00 hasta las 08:00. Por suerte me ha ido bien, a la gente le gusta mi atención. También vendo sánduches a la gente que realiza trámites en esta zona. Si no fuera por eso, por las secuelas de los robos ya no tuviera qué comer. Se aprovechan de que somos viejos y ya no podemos hacer nada. Espero que ya no me roben.