La pequeña fue internada en este centro de salud el martes, tras un accidente de tránsito que le provocó heridas en el lado izquierdo de su cuerpo. Ocurrió cerca las 06:45 en Machachi, Pichincha, y otros seis niños también resultaron heridos.
Cuatro de ellos ya están en sus casas y tres siguen en el Baca Ortiz. Vimos habla poco y en medio de sollozos cuenta que los médicos no pudieron salvar el brazo izquierdo de la niña. A las 02:00 de ayer terminó la cirugía, en la que se amputó el miembro superior.
fakeFCKRemoveCon la hija de Jaime Romero ocurre algo similar. A la niña de 12 años le amputaron el pie derecho. El médico traumatólogo José Miguel Iturralde, quien operó a la menor, explicó que el choque destruyó el pie y que no hubo posibilidades de recuperarlo.
El hijo de Martha López también entró al quirófano la mañana de ayer. Él no tiene fracturas en piernas ni brazos, pero sí una herida en el cráneo. López esperó toda la mañana en los pasillos del hospital. “Los doctores me dijeron que estaba bien. Ojalá no le pase nada”, dice la señora.
Los niños accidentados estudian en la escuela Nasa (Machachi) y sus padres trabajan en las haciendas del lugar. “Recogemos papas o zanahoria y nos pagan USD 8 diarios”, recuerda Vimos. Ella dice que no tiene dinero para las curaciones de su hija y pide ayuda para comprar la prótesis.
La señora y su esposo, Nicolás Vimos, son de Guamote (Chimborazo). En el 2001 decidieron trasladarse a Machachi con sus dos hijos. “Queríamos que mis guaguas salgan adelante y mi chiquita ya estaba por terminar la escuela”, recuerda el padre.
Él no quiere que los sueños de la pequeña se trunquen y dice que buscará dinero para recuperarla. “Ella quería ser economista y también le gustaba lo que es investigar las plantas y la flores”.
Ayer, la hija de los Vimos permanecía en silencio, conectada a un suero. En una habitación contigua, en la cama 25, la hija de Romero se quejaba y lloraba.
A las 11:00 de ayer, su abuelita, Rosa Hermelinda Haro, acudió al lugar y trató de tranquilizarla. “Ya mismo viene un doctor y te va a curar”, insistía la señora. Ella se enteró de la noticia cuando estaba en Sangolquí. “Los vecinos llamaron por teléfono a mi marido y cuando vinimos mi chiquita ya estaba en Emergencias”. Allí permaneció hasta la tarde del martes. Los niños seguirán en observación, para impedir que les afecte cualquier tipo de infección.
En Machachi, Vicente Beltrán, director del Hospital Cantonal, aún recuerda la alarma que el hecho causó en el lugar. En esta casa de salud fueron atendidos cuatro niños que llegaron con heridas y golpes leves. “Les hicimos suturas, dimos el tratamiento del caso y en cuatro horas de permanecer en observación médica fueron dados de alta y remitidos a sus respectivos domicilios”.
Este accidente ocasionó una protesta y el cierre de la Panamericana Sur por más de seis horas.
Nicolás Vimos recuerda que todos los días los niños se trasladaban a la escuela en una camioneta. Esa mañana incluso él se movilizaba en ese automotor, pero se quedó dos cuadras antes de que un camión embistiera a los niños.
“Yo me iba a trabajar en la hacienda y mientras caminaba los carros empezaron a encolumnarse y no pasaban. Regresé a ver qué pasaba y encontré a mi chiquita tendida”, recuerda.
El hecho ocurrió cuando el recorrido estaba a punto de llegar a la escuela, que está construida a cinco metros de la calzada.