Siete días después del estallido en el cuartel del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), ayer aparecieron nuevas revelaciones. Ni el Municipio de Quito ni los Bomberos sabían exactamente en qué sectores de la ciudad operan áreas de almacenamientos de explosivos. Esto, pese a que los casaca rojas son responsables directos de emitir los permisos de funcionamiento de este tipo de lugares.
El único que tiene esos datos es el Comando Conjunto de FF.AA. (Comaco), pero tampoco coordinaba con otros organismos.
Estos hechos lo reconocieron militares, bomberos y policías que por más de una hora y media se reunieron ayer con la secretaria de Seguridad del Municipio, Lourdes Rodríguez.
“Como Bomberos no hemos tenido la información respectiva, pero ahora sí la vamos a tener y vamos a trabajar en forma conjunta”, aseguró el jefe de esta entidad, coronel Fernando Ordóñez.
Únicamente después de esta reunión se definió, entre otros aspectos, crear una “comisión interinstitucional” para que desde la próxima semana se realicen inspecciones a los depósitos que tienen la Policía y las FF.AA. De hecho, en esa cita se conoció que en Quito las dos instituciones del orden tienen cuatro polígonos de tiro y al menos seis depósitos de municiones de calibre menor.
Los primeros están en el Grupo de Operaciones Especiales, Escuela de la Policía, cuartel de Epiclachima y en la escuela militar.
De los depósitos no se dieron detalles, pues se aseguró que es por cuestión de seguridad.
El jefe de Bomberos reconoció que el no conocer de un catastro relacionado con zonas de explosivos “obviamente son situaciones que generan riesgo”.
¿Por qué se esperó a que explote el búnker del GIR para coordinar acciones? “El Comando Conjunto ha estado haciendo su respectiva competencia. Bomberos también, pero si faltaba esta coordinación”, respondió Rodríguez, quien presidió la cita reservada.
La funcionaria reconoció que los vacíos en la coordinación pusieron en riesgo a la población. “Sí creo. Por eso fue el tema del GIR y estamos tratando de solucionar”.
En representación del Comando Conjunto de FF.AA. asistió el jefe de Proyectos de depósito de municiones, Yuri Fernández. El militar confirmó que en sus registros no constaba el búnker del cuartel del GIR. “La Policía probablemente no tenía registrado”. Y aseguró que ahora sí les entregarán todos los datos existentes.
Precisamente, en la reunión de ayer se definió que sean los militares lo que asesoren en la construcción de la nueva zona de almacenamiento que requerirá el GIR.
No obstante, esta atribución ya está incluida en el Reglamento a la Ley sobre armas, municiones, explosivos y accesorios de 27 de marzo de 1997.
En el artículo 70 de esta normativa se dice que “para el almacenamiento de explosivos, el Comando Conjunto aprobará la ubicación de depósitos o polvorines, las condiciones técnicas y de seguridad que deban satisfacer, así como los explosivos que puedan ser almacenados en los mismos”.
El miércoles el ministro de Defensa, Javier Ponce, incluso dijo que las armas incautadas deben almacenarse en el Comaco.
La comisión interinstitucional conformada ayer también homologará la normativa que en el Comaco, Bomberos y en el Municipio existente y que se relaciona con depósitos de explosivos.
A ellos se suma que cuando los militares entreguen permisos para que civiles manejen juegos pirotécnicos participe Bomberos.