Sentada fuera de la morgue de la Policía, en el centro de Guayaquil, esperaba Martha Zambrano a que le entregaran el cuerpo de su hijo. Roddy Montaño Zambrano, de 23 años, fallecido la madrugada de ayer por un balazo en el pecho y una puñalada en el muslo derecho. “Creo que lo mataron por robarle, porque cuando lo encontramos solo le dejaron los papeles”, decía y lloraba.
El cadáver fue encontrado en el bloque 9 de Bastión Popular. “Nosotros vivimos en Bastión y el barrio está cada vez más peligroso, mi hijo no tenía problemas con nadie para morir así”, dijo Efrén Montaño, padre. Entre la Nochebuena y la mañana de ayer, nueve cadáveres llegaron a la morgue de Guayaquil.
Según la Fiscalía, el sábado hubo 30 denuncias mientras hasta las 12:00 de ayer se reportaron otras 20. El 40% de las declaraciones dejaba al descubierto historias donde el alcohol y las drogas traían riñas entre vecinos, amigos o familiares. En segundo lugar estaban los robos, a domicilios, y luego los asesinatos.
Con la pierna izquierda ensangrentada entró Douglas Vinueza el sábado a la Fiscalía de Guayaquil. El joven de 22 años contó que el accidente fue producto de una pelea con el dueño de un local de comidas.
En Quito, el 911 reportó ocho fallecidos desde el viernes 24 y las 09:00 de ayer: dos de ellos por violencia civil. En esa central fueron atendidas 158 emergencias por violencia y causas médicas. Los Bomberos socorrieron a dos niños que sufrieron quemaduras a nivel de rostro y manos, por la manipulación de juegos pirotécnicos en el sector de Guamaní, sur de Quito.
En Guajaló, también en el sur, el 911 reportó que Cristian S., de 19 años, requirió ser trasladado a una casa de salud tras ingerir diablillos (fósforo blanco).